Ayer hizo un año

Autor: Pedro J. Piqueras Ibáñez

 

 

Ayer se cumplió un año de la Visita de Benedicto XVI a Santiago y Barcelona. Las conmemoraciones de este aniversario tuvieron su punto central el pasado domingo en la catedral compostelana y en la basílica de la Sagrada Familia. En Barcelona, además, se celebró las bodas de oro sacerdotales del cardenal arzobispo. El motivo había sido la dedicación del extraordinario templo de Antonio Gaudí. La belleza es la gran necesidad del hombre, dijo el pasado año el Papa, que subrayó el mensaje que lanza esta moderna Basílica “en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios”.

Desde la Plaza del Obradoiro, en Santiago, el obispo de Roma había hablado así a todo el continente: “Europa ha de abrirse a Dios, salir a su encuentro sin miedo, trabajar con su gracia por aquella dignidad del hombre”, a la que históricamente le han impulsado sus raíces cristianas. Ha pasado desde entonces un intenso año durante el cual hemos vuelto a tener con nosotros al Papa en la Jornada Mundial de la Juventud que tanto bien está haciendo a España. Sin duda, dos fechas para recordar.