La importancia de los principios

Autor: Fundación Nueva Cristiandad

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Muchas discusiones sobre temas humanos son interminables porque los que discuten parten de principios distintos. Hablan diferente idioma. Si bien en muchos casos la lógica empleada es correcta y los razonamientos son irrefutables, las soluciones no son las mismas porque distinto es el ángulo de donde se mira el problema. Dicho de otra manera: las soluciones dependen de los principios que iluminan u obscurecen la vida del hombre.

DIVERSOS PUNTOS DE VISTA
Los problemas pueden mirarse desde la cabeza en cuanto ésta representa la inteligencia; o bien desde el corazón, símbolo de los afectos y los sentimientos; desde el estómago, que representa los placeres del paladar; del bolsillo, o sea del dinero; o de las glándulas, símbolo del sexo. Según de dónde se mire la vida, distintas serán las soluciones a los problemas humanos. Muchos son los temas en los que hay divergencias: la naturaleza del hombre, el sentido de la vida, el amor, la fidelidad, la libertad, la justicia, etc.

LA TORRE DE BABEL
Estamos nuevamente en la torre de Babel. Como recordarán los lectores, la Biblia nos narra que tiempo después del diluvio universal los hombres pretendieron edificar una torre que llegara hasta el cielo y los hiciera famosos. Dejando de lado el significado moral de este hecho que representa la soberbia del hombre de querer ser igual a Dios y evitar sus justos designios, recordemos que Dios los confundió y los hombres no se entendían entre sí. Todos hablaban distinto idioma. De ahí vino la dispersión de los pueblos. Algo por el estilo sucede hoy en día. Aún entre hombres que hablan el mismo lenguaje no se entienden porque las palabras han perdido su significado y cada uno las interpreta a su manera. Podemos sumar al egoísmo como causa de la confusión, cada uno quiere ser escuchado y nadie quiere escuchar al otro. Una vez más está presente la falta de amor.

LA PALABRA AMOR
La palabra amor provoca en quienes la oyen distintos pensamientos, a veces opuestos. Por ejemplo: al apareamiento de los animales se le llama “hacer el amor” por la analogía que tiene con la parte carnal del amor sexual en el ser humano, olvidando que sólo los seres espirituales tienen capacidad de amar. También se le llama “hacer el amor” a la sola unión carnal confundiendo el sexo con el amor. No podemos olvidarnos las consecuencias de vivir el sexo sin amor: enfermedades de transmisión sexual, abortos, madres solteras, violaciones, muerte, etc. Hace varios años en un panel de televisión que trataba el tema del divorcio, uno de los panelistas que lo defendía citó a favor de su tesis la frase de San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. Interpretaba esa sentencia entendiendo que el amor era simple atracción: si amas, puedes casarte, divorciarte, volver a casarte, cuentas veces “ames”. Indudablemente que San Agustín quiso decir otra cosa: si realmente amas haz lo que quieras, porque lo que hagas será bueno, entendiendo por amar la búsqueda del Bien. 

¿QUÉ ES EL AMOR?
Múltiples y variados son los amores. Diversos son los seres a quienes se dirige esta palabra. Existe la adoración, el amor a Dios; el amor conyugal, el amor entre los esposos; el amor paternal o maternal el amor de padres a hijos; el amor filial, el amor de hijos a padres; el amor fraternal, el amor entre hermanos; la amistad, el amor a los amigos; el compañerismo, el amor a los compañeros; el patriotismo, el amor a la patria; el amor al prójimo, el amor a todos los seres humanos que comprende a todos los anteriores; el amor al enemigo, al que me odia, al que me persigue y al que me calumnia; el amor a los que sufren, a los hambrientos, a todos los que padecen alguna carencia, ese amor que se manifiesta en las catorce obras de amor o Bienaventuranzas; el amor que Jesús demanda a Pedro cuando tres veces le pregunta si lo ama. También se aplica la palabra amor a todos los seres de la naturaleza como ser las plantas y los animales; y a las artes, por ej.: la música.-¿Qué tienen en común todos estos amores?, porque lo que tengan en común, será la esencia del amor, aquello de lo que todos los amores participan es decir, el BIEN, todos los amores comparten esa misma búsqueda.
Como se verá, para tratar el tema exige una comprensión detenida sobre su verdadero significado. Hoy día se dan respuestas muy sencillas y muchas veces bastardeadas, ajenas a la esencia, ajenas al BIEN. Nuestra sociedad da muestras claras de lo mal educada que está cuando del amor se trata. Nuestros niños y jóvenes aprenden de los medios de comunicación y de los malos ejemplos de los adultos que amor es únicamente sexo, placer, gustarse y no dan cabida al respeto, al sacrificio, a la entrega desinteresada, al sufrimiento que conduce hacia el amor verdadero. 
La educación familiar y escolar debe rescatar la moral del amor, donde existe una escala de valores que indica el sentido y la importancia del sacrificio de bienes inferiores por otros superiores -(leer artículo Nº12 “Me gustas, te quiero, te amo”)- Los males sociales que sufren nuestros niños y jóvenes (enfermedades de trasmisión sexual, drogadicción, prostitución infantil, aborto, etc.) expresan los errores de una sociedad que no ha conocido al AMOR. Es necesario un cambio de mentalidad que llevará mucho tiempo, gran esfuerzo y sobre todo un amor responsable que despierte confianza en la formación integral de las nuevas generaciones.

VOLVAMOS A LOS PRINCIPIOS
Si pretendemos solucionar nuestros males sociales, tengamos en claro sobre qué principios lo haremos. La confusión y la falta de amor en que se vive originan la falta de reflexión sobre qué caminos adoptar frente a nuestras vidas. 
Muchos pretenden desde un lugar equivocado impulsar un nuevo código de lenguaje que permite la acepción de términos engañosos y que conllevan a aceptar una cultura de muerte, hasta tal punto que una palabra como amor, con todo lo bello que encierra, ha sido desvirtuada y mal enseñada a generaciones, limitándola en gran parte sólo a las uniones sexuales en cualquiera de sus formas. Los principios provienen del orden natural, y sus fundamentos son la VERDAD, la JUSTICIA y la LIBERTAD.
Depende de nosotros si queremos seguir construyendo una nueva Babel y caer en la ignorancia del que todo lo puede, o de hablar un mismo idioma sin egoísmos, poniendo nuestra mirada en el cielo y en quién nos muestra el verdadero camino hacia el AMOR que es DIOS.


“QUIEN AMA LA JUSTICIA TAMBIÉN AMA LA VERDAD,
PORQUE LA JUSTICIA ES LA VERDAD EN ACCIÓN”