"Ecología y muerte" ¿Sinónimos?

Autor: Fundación Nueva Cristiandad

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Hace un tiempo, conversando con un señor me dijo que estaba escribiendo sobre ecología y le pregunté: ¿ecología integral? Me miró extrañado por la pregunta.
Claro, le aclaré si se refería a la ecología corporal y a la moral. 

La ecología corporal es la que trata de preservar y mejorar el ambiente natural para que vivamos físicamente mejor. Por ejemplo, es muy laudable la preocupación para que no se produzcan gases perjudiciales para la salud, o las gestiones para tratar de aumentar los espacios verdes en las ciudades, etc.
La ecología moral trata de que el hombre viva en ambientes que le permitan alcanzar una mayor perfección moral.
La ecología moral se preocupa de la persona y de la familia, por ejemplo, de facilitar el ejercicio de todos los derechos y las obligaciones de los padres, que son capitales para la formación de los hijos. Estamos de acuerdo, en general, con las medidas ecológicas en cuanto al cuerpo se refiere. En cambio no sucede lo mismo respecto de las referidas a la ecología moral. Por ejemplo el concepto de familia ha sido reemplazado por una definición ambigua y de este modo se equipara a la familia con la unión de homosexuales, con los mismos derechos, las mismas obligaciones, y la posibilidad de adoptar niños.

LAS DOS CONCEPCIONES

En la cultura actual hay dos enfoques muy distintos sobre la ecología moral. El primero es apoyado por los gobiernos del primer mundo, las Naciones Unidas y sus agencias: UNICEF, UNESCO, ONUSIDA, y también por algunas ONG's, que promueven una nueva moral inaceptable para la formación integral de la persona. Ésta se manifiesta, por ejemplo, en las llamadas leyes de "salud reproductiva" que fomentan el aborto por medios químicos y preparan el camino a la legalización del aborto quirúrgico. Es la moral del egoísmo. Es la que los países desarrollados imponen a los países subdesarrollados, con el pretexto de eliminar la pobreza, tratan de evitar el embarazo con la distribución masiva de anticonceptivos, la mayoría abortivos. Se podría decir que los pobres molestan. La ética del egoísmo habla de "nuevos derechos", que en realidad no son tales, como ser el derecho al divorcio vincular, a la homosexualidad, a la "libre opción sexual", al aborto, etc. Se pretende imponer una cultura de confusión y muerte.
La moral del egoísmo se opone a toda ética o moral basada en valores y verdades inmutables, es decir, a la ética del Amor, que reconoce en todo ser humano una persona digna de respeto.
La ética del Amor es la que respeta a la persona humana desde el momento mismo de la concepción, facilitándole, además, un desarrollo y una formación integral, porque del derecho inalienable a la vida se derivan, por ejemplo, el derecho a la educación, al trabajo digno, a la libertad para actuar en sociedad según las propias convicciones morales, etc.

¿QUÉ NOS ESPERA?

La "moral de los valores relativos" o "ética del egoísmo", ya está dando frutos nefastos, los problemas que pretende solucionar van recrudeciendo: niños abandonados, delincuencia infantil, enfermedades de transmisión sexual, prostitución, embarazo de las adolescentes, pornografía infantil, aumento de adictos, niños de la calle, denatalidad, envejecimiento de los pueblos, deserción escolar, etc.
En cambio si encaramos la solución de los problemas con una ecología moral basada en el Amor, que reconozca la finalidad trascendente de la persona humana, podremos evitar que la sociedad siga destruyéndola, -especialmente a la mujer-, y destruyendo a la familia y a los chicos.
Así, construiremos un mundo "en el que los chicos puedan llegar a ser verdaderamente personas".