La educación del futuro

Autor: Fr. Nelson Medina, O.P.



En tiempos de san Agustín de Hipona una de las asignaturas más 
importantes en la formación académica de todo ciudadano romano era 
la retórica. A nosotros hoy podría parecernos exagerado o absurdo 
darle tanta importancia al arte de hablar bien. 

Con algo de esfuerzo, sin embargo, uno descubre dos cosas. Primera, 
aquella relevancia de la retórica tenía un sentido; segunda, también 
nuestro tiempo tiene sus propias "retóricas," y quien no las aprende 
pronto queda confinado a la irrelevancia. 

En efecto, la retórica, más que una colección de fórmulas bonitas 
era y es el arte de influir en otros. Así entendida, la retórica 
alude a la belleza, ciertamente, pero también a la verdad y a la 
bondad. Tiene que ver con el poder, desde luego, y es tema obligado 
si se piensa en el futuro de la sociedad. 

Las "retóricas" de hoy son los medios de comunicación. Por algo se 
ha hablado del analfabetismo tecnológico. Hoy, la persona o grupo 
que desconoce o no domina las habilidades básicas de la conexión al 
ciberespacio queda sencillamente relegado de una cantidad importante 
de instancias públicas y de posibilidades de crecimiento personal. 
Cómo hacer un video, cómo escribir un artículo que sea no sólo 
legible sino efectivamente leído, cómo utilizar los ritmos musicales 
de hoy para comunicar ideas y formas de pensamiento... todo ello es 
parte de la retórica sel siglo XXI. Así que nos equivocamos al 
juzgar que todo ello quedó sólo para los tiempos del gran Doctor de 
la Iglesia en el siglo V. 

En esta misma línea es muy interesante preguntarse qué género de 
estudios deberían ser básicos en la formación de las nuevas 
generaciones. Tema inmenso como el mar, que despertará todo género 
de respuestas. Habrá quienes quieran ver a los niños del futuro como 
diminutos Robocop, llenos de aparatos de todos los tamaños y 
velocidades y con todas las interfases posibles, comunicándose en 
una jeringonza cada vez menos entendible por los que entonces sean 
adultos. Otros pedirán un retorno a lo clásico y a la lectura como 
tal (habilidad que a veces parece extinguirse inexorablemente entre 
la raza humana). 

Y tú, que lees esto, ¿qué opinas?