La piedra vulgar y el diamante

Autor: Manuel Velis-Pacheco

 

 


Se encontraba una piedra cualquiera en su lugar de siempre, reposando sobre el polvoriento y maltrecho recodo del camino. Como rutina diaria se limitaba a divertirse haciendo tropezar a los pasantes y haciendo rebotar las llantas de los vehículos que osaban cruzar por el lugar. Ese día, ocurrió algo fuera de lo común; por descuido, alguien dejó caer junto a ella, una piedra preciosa. Para ser más preciso, un diamante. Al ver a la piedra vulgar, la gema gritó de espanto:
- " ¡Apártate de mí malviviente! " Acto seguido quiso retirarse de ella, pero no pudo por encontrarse lejos de su dueña. La piedra del camino, riéndose de la gema replicó:
- " Eres muy bonita pero demasiado engreída. ¿Ya olvidaste tus orígenes? Se te olvida que algún día yo podría tener tu misma belleza. Solo es cosa de tiempo"
El diamante agregó:
-" No sabes lo que dices tonta. Yo nací para ser reina; soy capaz de hacer que tanto hombres como mujeres sueñen con tenerme. Me gusta desfilar en los centros de más grande interés en el mundo y me cuidan tanto, que todos están dispuestos a dar hasta sus vidas por cuidarme".
La piedra vulgar, tomando un aire de mucha paz, hizo una declaración maravillosa:
- " En este lugar en que me encuentro, me convierto en maestra. Algo que una piedra vacía como tú no podría entender. Cuando pasa un ser humano distraído, tropieza conmigo y, así aprende que en la vida tiene que andar siempre atento a lo que el camino pueda depararle. Pasa un niño con hambre y me convierto en un perfecto proyectil para que pueda lanzarme a un árbol frutal y obtener con qué saciar su hambre. Pasa un constructor y de inmediato me toma para servirse de mí en la construcción. En fín, mi servicio es tan versátil como mi forma. ¿Sabes? yo no sirvo de adorno, sirvo de ayuda, que es el motivo para el cual fui creada. Es lo que mi Creador ha deseado desde siempre. ¡Aprende!