Al penetrar

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Pinceladas

 

Tanto mi propia vida me absorbía
que casi por rutina y por instinto,
sin percibir, Señor, ni lo que hacía,
penetré lentamente en tu recinto.
Pero ignorando tus designios sabios,
¡ni una frase de amor llevé en los labios!

Al penetrar tu templo majestuoso,
del arte y la belleza haciendo gala,
un impulso de amor, algo imperioso,
sacudió de mi espíritu las alas
y postrada ante ti, como de hinojos,
¡se llenaron de lágrimas mis ojos!