Nadie sabe

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Brotes 

 

                                   En espera de mi hija Zenaida

 

Nadie sabe, hijo mío el placer de tus cosas,

ni ese goce infinito de llenarse de rosas…

Es que nadie comprende la vida que se inflama

¡y queda para siempre como una eterna llama!

 

Nadie sabe, hijo mío, que me abrazas tan fuerte,

aunque no haya llegado el momento de verte.

Nadie vio de mi tallo florecido el temblor,

ni que la entraña herida ¡se convirtió en amor!

 

Nadie sabe, hijo mío, de tan rara fusión

que dibuja los sueños,

nos acerca la gloria y no admite razón.

¡Nadie puede saberlo!

Si el manantial que brota está en vaso cerrado,

¡y en sus profundas aguas sólo yo me he mirado!