Cuba

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Brotes 

 

Mi Cuba querida y soñada… nunca la han  contemplado mis ojos como ahora, con este amor y con esta emoción. 

Nunca la vi tan alargada, como quien no cesa de estirarse tratando de llegar en vano a alguna parte. 

Nunca la vi con un mar tan inmenso rodeándola por todas partes, sin dejarle llegar más luz que la de las estrellas. 

Nunca la vi tan hundida, bajo el peso de tantas armas y tantas municiones. 

Nunca la vi tan angosta, que los colosos que antes la visitaban ya no caben en ella. 

Nunca la había visto con tantos hijos prisioneros y tantos  hermanos repartiéndose sus ganancias. 

Nunca la había visto tan pequeñita en el mapa del mundo, y lanzando a su pueblo un grito tan grande de angustia… porque fue engañado, y a los demás pueblos, uno de justicia… porque son cobardes y aprovechados. 

Nunca la vi tan callada y tan enrojecida.  Ella que era tan verde y tan risueña… 

Nunca, nunca, has estado tan respetada, ni te han tratado con tantos miramientos como desde que te convertiste en cárcel.  Pero no dejes que te ahoguen. 

Mira… mira tus hijos lejanos como te aprietan contra su corazón.  Y serán tuyos, tuyos, pase lo que pase.  Porque esta sacudida del corazón es patria, ¿y podrá nadie quitárnosla en ninguna parte? 

Extenderemos tu amor en estos niños hijos de padres cubanos a quienes el destino ha querido designarles otra patria.  Crecerán con el dolor de Cuba apretado en el pecho y aprenderán a amar la bandera lejana.  Y no se conformarán nunca con un ansia de libertad que quede encerrada en el cielo de otros países… Pues quizá sean ellos, los que no te conocieron, los que pisen algún día tu suelo ¡y entonces sepan de nuestro sacrificio, nos comprendan y nos recuerden! 

¡Y a tí, te den el abrazo que les hemos encomendado!