Esos...

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Ramillete de Estrellas

 

 

 

Esos que no van a recibir,
ninguna felicitación...
ninguna mención en el periódico...
ningún estimulo de nadie...
van de dejar una marca indeleble...
un rastro en el mundo...
una huella significativa,
en el progreso de la destrucción.

Ellos hacen funcionar el proceso productivo
de las naciones...
esa masa hace la paz y la guerra...
la prosperidad y la pobreza...
la construcción o la destrucción.

Y la están llevando a la bancarrota...
al libertinaje... a la ley del fuerte.

Son personas universales, totalmente
desconocidas, pero que están en el fondo
de toda obra grande...
de toda evolución progresista...
de todo proyecto importante que se cumple...

Están sosteniendo por lo bajo,
el peso de la obra
Están en el anonimato, pero con los brazos
fuertes equilibrando los países.
Están en el eje de la paz, y el sostenimiento
de las economías.
Esas que nadie nombre, ni distingue,
son las que manejan la gran maquinaria
de la humanidad...

No son los populares,
los mas valiosos...
No son los que se exhiben,
los de mejor calidad...
No son los que mas trabajan,
los mejor remunerados...
Por eso nuestro mundo,
no es el mas apetecible...
ni el mas humano...
ni el mas justo...

Esos que no son generales,
ni políticos, ni intelectuales, ni oradores,
son veces hombres claves en el desenvol-
vimiento de la vida...
son hombres que se la juegan todos los días
para sobrellevarla...
hombres trabajadores, sufridos, recargados...
sujetos a un horario y a un deber.

Esos son las héroes anónimos
que caminan por la calle...
Esas son las voluntades de hierro que se
ganan el pan para comer...
Esos son los temples de acero que nadie
reconoce en su voluntad de ir avanzando poco
a poco...
Esos son los que conquistan la vida paso a 
paso... reto a reto... meta a meta...
Los que no pisan con pasos fáciles y ligeros
sino con huellas profundas y trabajosas...

Son seres que van aprendiendo con dolor,
como funciona la vida...
y cual es la forma de desandarla...
para después hacer el bien con ella.
Ese hombre
que camina con sus zapatos por la calle...
que desgasta los tenis...
que monta bicicleta...
que espera el ómnibus...
Es el que suda todos los días 
para que el mundo funcione...
y siga en marcha la maquinaria del progreso.
Ese hombre es una pieza importante...
Míralo con respeto.

Son hombres humildes y sencillos que
nadie percibe...
solo Dios los mira...
les derrama Su gracia...
y a veces realiza con ellos grandes maravillas...
Hombres de bien,
que cada día construyen algo...
que crecen con muchos caminos cerrados...
y con medios modestos tratan de cumplir su
misión.
Son nada mas que buenos servidores...
inadvertidos para el mundo...
como los que escogió Cristo para fundar
Su iglesia...
¡Son nada mas que destacados ante El!
¡Nada mas... y nada menos!