El Viejo Sabe

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Ramillete de Estrellas

   

   El viejo es la figura de la casa...

El respeto de la familia...

El consejero de las dificultades...

El que conoce la solidez de los valores...

Lo transitorio de la suerte...

Y el pulso de la vida.

 

   Con una hojeada,

abarca el panorama que lo rodea.

   Con un solo golpe de vista,

sabe la tierra que pisa.

   Y con muy pocos detalles,

adivina los peligros y esquiva las tempestades.

   Almacena una increíble cosecha

de sabiduría.

 

   El viejo sabe,

porque la vida enseña...

porque el camino curte...

porque los años moldean y maduran.

 

   No te empeñes tanto

En tu afán de juventud...

En la vejez sin ancianidad, se atesora mucho...

Ya se conocen las cruces...

Se templó el carácter...

Se perdonaron ofensas...

Se palpo la vida...

Se afino la sensibilidad...

Se experimento la amistad...

¡Y se trató más directamente con Dios!

 

   Ya haces más dulce la fruta...

Más jugosa la experiencia...

Más sabias las deducciones...

¡Y mas íntima la oración!

   Usas,

el sentimiento...

el corazón...

el valor...

el espíritu...

la Fé.

 

   No cierres las alas...

No amargues las lágrimas...

No vivas en el aislamiento...

No achiques las ilusiones...

No te consumas en tus males...

No te canses de esquivar indiferencias...

No te hundas en el vació de los que te faltan.

 

   No seas la inadvertida de la casa...

La olvidada del mundo...

El deber de los hijos...

La lástima de los que te rodean...

¡Y la caridad de las amistades!

 

   Mientras vivas, no dejes

que el viento te haga leña...

Ni la gente basura...

Ni el fuego ceniza.

 

   Con lucidez y algo de fuerza,

se pueda dar rendimiento...

se puede obtener resultados...

se pueda dar amor.

 

   No seas de los que nada le alcanza, sino de

los que siempre le sobra con lo poco que

reciben.

   Acuérdate que el remedio de la vejez es la Fé.

 

   Que vale todo lo que has vivido...

Todo lo que has asimilado...

Todo lo que has visto...

¡Y todo lo que has merecido!

 

   Que este ultimo tramo que Dios

te proporciona... es quizás la oportunidad más

brillante que has tenido...

 

Dios alarga la vida... pero no te quita los ojos

de encima...

 

Siempre esta dejando caer algo para calen-

tarte el corazón... ¡y para exprimir la felicidad

hasta el final.!