Un Dios que no abandona

Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

Libro: Con las Alas Abiertas

 

 

Hay dolores tan vivos que queman, tan hondos
que inundan, tan arrasadores que destruyen y tan
violentos que dominan.

Mi rió, tan alegre, esta llorando. Mi lámpara, tan 
tibia, esta opaca. Mi rosa, tan fragante, esta mustia.
Mi montaña, tan alta, esta escondido. Mi can-
taro, vacío. ¡Y mis cuerdas, rotas!

Yo tengo una espina por dentro, un quejido sordo,
una herida abierta, un dolor que me aplasta y me 
consume.

Pero mas allá, en lo mas hondo de mi raíz, en la
medula de los huesos, disuelta en la sangre que me 
circula... tengo fe en un Dios que no abandona.