La Educación: bien de la cultura con Dios al fondo

Autor: Víctor Corcoba Herrero

 

 

Se dice que la cultura es lo producido o creado por el hombre con vista a los valores que se encarnan en los bienes, en consecuencia, se llaman bienes culturales a aquellos objetos que realizan o concretan un valor. De ahí que los conceptos de la educación desde el punto de vista cultural son, en esencia, varios: bien de cultura, síntesis de cultura, transmisión de cultura, individualización de la cultura y transformación de la cultura. El lenguaje de los valores, tan perdidos en los últimos tiempos, tiende a expresar lo más grande del ser humano en su afán de perfección y búsqueda de lo más alto. Los valores señalan al ser humano un deber ser y se convierten en razones para vivir. De ahí que sea vital establecer en la escuela la prioridad de la ética sobre la técnica, la primacía de la persona sobre las cosas, la superioridad del espíritu sobre la materia. 

Ante una cultura que en muchos casos presenta antivalores, asistimos a unas saludables Jornadas reflexivas de Pastoral educativa, sobre el tema: “si Dios, ¿tiene futuro...?”. Como bien nos decía Virgilio Rojo Moreno (organizador del evento y secretario general de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza en Andalucía), también hoy,  la  presentación del Acontecimiento de Jesucristo, anunciado por la Iglesia,  se presenta contra corriente y exige una respuesta  personal y  comprometida. Por ello, en estas Jornadas se ofreció a los Agentes de Pastoral de los Centros, una visión renovada de la Pastoral Educativa, al mismo tiempo que se han aportado nuevos retos e inquietudes que ofrecer a los niños y jóvenes. 

Las diferentes ponencias presentadas ante numerosos asistentes, han promovido desde luego, la concepción cristiana de la educación y el concepto de la Escuela Católica, fomentando, en definitiva, la vocación del educador cristiano tan necesario en estos tiempos que nos han tocado vivir. Se ha profundizado en una escuela de traductores de Dios, en el futuro de ese Dios, en ese niño perdido en el templo y en ese joven hallado en la calle, así como en ese educar con Dios al fondo, educando con Dios en la forma, o lo que es lo mismo, Dios y tú en la educación, mano a mano. 

            Ciertamente la educación es una labor esencial de la cultura que conlleva una serie de derechos que a veces se olvidan, como es el derecho de esas familias católicas (mayoría en España) a no ver a sus hijos sometidos a programas educativos inspirados por el ateísmo; puesto que los padres han de ser los primeros y principales educadores de sus hijos. Por eso, estas Jornadas de Pastoral, han sido tan necesarias como fructíferas, por lo que allí se dijo y por la multitud presente.