Huérfanos de amor

Autor: Víctor Corcoba Herrero

 

 

Pido sentir los latidos del mar

y en su vivo perfume amanecer,

para ser brisa de amor en el ser

y paz en las ciegas noches cantar.

 

Ni el odio, ni la fuerza, han de pasar;

ni bombas, ni balas,  deseo ver;

los arsenales han de fenecer,

para que la vida vuelva a triunfar.

 

Sólo el albor es salve para el alma,

armónica armonía que nos revive,

en la sombra asombrosa de la calma .

 

En la calma se colma el alma, y vive

donándose, como luna en la palma

del cielo y como sol que amor recibe.