Algo más que palabras
"El bolsillo de los españoles"

Autor: Víctor Corcoba Herrero   

 

 

Sólo hay dos maneras de saldar las deudas: por el trabajo y por el ahorro. Ni lo uno ni lo otro se viene fomentado en este país. La prudencia en el gasto hace tiempo que  brilla por su ausencia. Por parte del Estado, el endeudando hasta los dientes es público y notorio. Las familias tampoco han dudado en tirar de tarjeta de crédito, aún advirtiendo peligrar su puesto de trabajo. Quizás han hecho caso a un gobierno que negaba la crisis cuando la recesión estaba servida y otros países ya habían tomado medidas. Con dar migajas sociales a palo seco, el bolsillo de los españoles no sale del desplome. Hace falta crear empleo. Algo que en España sigue escaseando, por cierto más que en otros países de la Unión Europea, a la par que crece la ociosidad y la suerte se antepone a la ocupación, mientras no se reforme la política de empleo y el mercado laboral.  

Hemos estado perdiendo competitividad y la autoestima del mundo obrero. A cambio cosechamos riadas de débitos. Con la soga al cuello es difícil centrarse y mejorar la productividad, máxime cuando se tienen otros hábitos de derroche, cuando nadie se fía de nadie, y el borreguismo se ha premiado antes que la formación laboral. Aquellos países que cuentan con una población más formada es evidente que su tasa de paro es menor y consiguen antes entrar en el mercado de trabajo. Trabajar con unas políticas laborales impropias para un momento de crisis como el actual traerá graves consecuencias en el futuro. Han de propiciarse políticas de Estado consensuadas con todos los agentes políticos, económicos y sociales. El gobierno debe emplear todas sus energías en conseguirlo. Es su deber y no puede gastar más tiempo en alargar las reformas que todos los especialistas en la materia piden, incluido el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, después de haber soltado la siguiente perla, que comparto al cien por cien y que transcribo: “sólo podremos avanzar si nos centramos en encontrar las fórmulas que nos permitan aumentar la productividad, reducir las cifras de desempleo y mejorar los salarios de los trabajadores”.  

 De lo contrario, si seguimos únicamente con los parcheos de planes partidistas, que para nada estimulan la economía y el empleo como se está viendo, la hecatombe  puede ser mayúscula. Podemos tener la protección al desempleo más alta, pero junto a ello, hace falta con urgencia producir más, incentivar salarios y generar confianza para que germinen nuevas empresas y se regeneren otras. Los españoles necesitan trabajo para poder pagar las muchas deudas contraídas. Ahora a mitad de mes, el bolsillo ya está vacío para muchos, también para los que trabajan.   

 

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