Algo más que palabras

Manifiesto de la verdad como misión: una de las experiencias más fuerte de la fe

Autor: Víctor Corcoba Herrero

 

“Jesús afirma: Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia

y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt 16,18)  

 

I.- Gobernar al servicio de la comunidad  

Como pastor universal, el Papa tiene la misión de ser misionero de la Verdad.

Una Verdad que es anuncio de una vocación, la del Amor.

Un Amor que es un don y darse en total Donación.

Una Donación que le convierte en un poeta de Libertades.

Libertades de un universo en el que Jesús es el Verso primario y primero.

Un Verso de esperanza donde se custodia la Vida.

Una Vida que alcanza su plenitud en el camino del Corazón.

Un Corazón en el corazón de la Iglesia.

Una Iglesia que escucha al sucesor de Pedro, pregonero de la Fe.

Una Fe en el Maestro que no se impone, se Testimonia.

Un Testimonio que sacia a los sedientos de Felicidad.

Una Felicidad felicísima que nace de Dios, manantial de Luz.

Una Luz  que fortalece la alegría y aviva la Paz.

Una Paz que anida en los pétalos del alma y en el origen del Verbo.

Un Verbo que refleja la propia acción del Creador.

Un Creador cuya sabiduría nos irradia Consuelo.

Un Consuelo sin medida, bajo la aurora de María, toda Pureza.

Una Pureza inmaculada en el camino y un Pueblo que camina.

Un Pueblo crecido en fidelidad al Romano Pontífice y recreado en Cristo.

Cristo, nuestra Pascua y pan vivo, al que se llega con la mirada Humilde.

Humildad en el andar, manso en el hacer, dócil en el Decir.

Decir con el alma en los labios ¡ven! y asistir, es buen modo de Existir.

Existir y coexistir para vivir. Habitar y cohabitar para Convivir.

Convivir convida a la vida. Que la vida es para vivirla y beberla en Comunidad.  

 

II.- La Sede Apostólica sirve a la unidad universal

Jesús dice a Pedro: “Lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mt. 16,19)  

El Recitar del alma es la única poesía que nos encinta Gozos.

Gozos que nos rompen las cadenas posesivas de vivir para .

Un para que las vides del sol y los baños del aire nos ensamblen

a las habitaciones íntimas del cielo, ¡mares de hondo latido!.

Unidos bajo la cruz, el naciente verso del cosmos, la Armonía

nos forma y nos transforma y nos trasciende en poetas de Dios.

¡Dios enciende la vida porque la vida desciende de su Llama!

Una Llama que nos llama a repartir hogazas de Amor.

Un Amor que nos llama a universalizar cultos y Culturas.

Culturas creadas por las manos del Alfarero.

Alfarero en continuo crear y en continuo Crecer.

Crecer para que el encuentro de abrazos reencontrados

vuelva a ser un jardín florido de besos a la Vida.

Vida compartida, ni partida por el odio, ni tronchada por avaricia.

Con Sede Apostólica edificada corazón a Corazón.

Porque sólo un Corazón abierto halla su propia voz en los demás.