Los pobres

Autor: Rafael Ángel Marañón




A los pobres todos juzgan.
Dicen ¡deben trabajar!
Solo Dios conoce el alma
Del que ha de mendigar.

Es para vino se dicen
¿Y qué, si les gusta un vaso?
También tienen el derecho
De alzar un poquito el brazo.

Nuestro mísero dinero
Lo vendemos, poco y caro,
Exigiendo al limosnero
No lo gaste en algo raro.

El que se arroga el derecho
De juzgar al pobre enfermo
Y lo coloca en estrecho
Está tentando al infierno.

Dejemos al desgraciado
Con su mente y su desgracia;
Nadie sabe su pasado,
No usemos de suspicacia.

Si le quieres dar, le das,
Si no te apetece, pasa,
Mas no lo afrentes jamás
A las puertas de tu casa.

Solamente envidio a quienes
Por amor pobres se hicieron
Y ampararon con sus bienes
Al mendigo limosnero.

¡Que ricos todos nosotros
Somos en hipocresía,
Si nos viéramos en otros
Tendríamos sabiduría.

Dicen, rebosa el infierno,
De santos que nunca fueron
Otra cosa que un cuaderno
Donde su falsía escribieron.

El juicio de la vida
Solo Dios conoce cierto,
Dar a los pobres comida
Es sembrar el propio huerto.

Los pobres son los abrigos
Que Dios tiene preparados
Para los buenos amigos
De que fueron amparados.

No acuses jamás al pobre
Que soporta su pesar,
Dale de lo que te sobre
Y deja de rezongar.