Admoniciones 

Autor: Rafael Angel Marañon

 

 

Todo esfuerzo para lograr la salvación eterna es inútil si no hay una unción divina para que se instale en nosotros. Jesús dijo: ...ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del  Padre. Juan 6:65. Por el contrario, muchos no entran en el Evangelio de la gracia y la salvación, porque con esfuerzos o méritos propios pretenden prescindir de Jesucristo. Nadie puede decir que se pone en amistad con Dios sin Cristo. Nadie viene al Padre sino por mí. Juan 14:6. Estas dos afirmaciones aparentemente contradictorias son de una aplastante lógica porque: El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia. Colosenses 1:15 y ss.