Admoniciones 

Autor: Rafael Ángel Marañon

 

 

Siempre ha habido mucha discriminación por parte de los que pertenecientes a una sociedad rica y desarrollada culturalmente, se refugian en su grupo o nacionalidad para despreciar a otros. Por otra parte la instrucción o la erudición ha sido por parte de muchos un factor para despreciar a los que, por falta de posibilidades, no la han recibido. Es otro nefasto error, más culpable aun por cuanto el que desprecia debería por su superioridad dar muestras de comprensión y discernimiento. Alabarse por algo que se recibe, como inteligencia, ocasión, época, cuna, nacionalidad, etc. es ruin y no cabe en los que son de Dios.

Así dijo El Señor: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Dios, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jahvé. Jeremías 9:23-24.