Admoniciones 

Autor: Rafael Ángel Marañon

 

Mediante el bautismo, fuimos sumergidos en el cuerpo de Cristo. Somos ya uno con Él, Mediante la misma sumersión en la fe vivimos para Él, pues tal y como fuimos sepultados en Él para muerte, también hemos sido resucitados con Él para vida eterna. Romanos 6:4.  Maravilloso misterio que gozamos para que, con cántico de júbilo y andar de resucitados, andemos nuestra nueva vida desde ahora. Esa es la segura y sublime operación de la fe en la sangre de nuestro señor Jesucristo. Si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección. Romanos 6:5 y ss.

Seamos consecuentes con nuestra vocación y elección. San Pablo nos recuerda y amonesta, con todo el amor de Cristo inspirando y presidiendo cada palabra suya.

Por tanto hermanos os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto de razón. Romanos 12:1. ¡Que impresionante demostración de confianza en que, sí, se puede hacer ofrenda del propio cuerpo, para que como Cristo ofrendó su vida para borrar el pecado, nosotros también andemos en nueva vida, separados en espíritu de todo aquello que sabemos desagrada al Señor. ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Él (Cristo) sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.