El
apóstol Pablo llama locura a la predicación del Evangelio de
la Gracia
de Dios. 1ª Corintios 1:21. La gente que a sí misma se tiene por
cuerda y sensata, no acepta el regalo de Dios y se priva a sí misma de
gozar de la paz y la alegría de una salvación segura y gratis. En su
cordura y a veces también gran inteligencia natural, no sienten la
necesidad de la bendita locura de la fe. Toda doctrina pasará y toda
inteligencia será avergonzada, pero al que siempre ha dependido de las
promesas y el amor de Dios, ofrecido por medio de Jesucristo, la luz de
una inimaginable aurora se manifestará en toda su magnificencia. Y solo
por la misericordia y la
generosidad de nuestro Dios... Y
ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que
tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los
santificados. Hechos
20:32.