Admoniciones 

Autor: Rafael Ángel Marañon

 

Verdaderamente somos muy tolerantes con nuestras pequeñas faltas. No es que sean importantes (concedamos que tal vez) pero si apenas resistimos las pequeñas tentaciones mal resistiremos las mayores. Y no solamente resistir, sino alejarnos de la posibilidad de que se produzcan. No hay que ser gazmoños, pero tampoco temerarios.

Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne. Cantares 2:15. Cierta austeridad en nuestras costumbres y ciertas autolimitaciones, nos pueden ayudar para los momentos de gran tentación... sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1ª Pedro 4:7. Por ello no podemos menospreciar el peligro de las pequeñas caídas, descuidados por la aparente pequeñez de ellas.