Admoniciones 

Autor: Rafael Ángel Marañon

 
No es propio de personas sesudas y correctas, imponer un lugar de liderazgo y mando para nosotros y rechazar a otros que sabemos son más eficaces para la causa del Reino. Si estamos continuamente recelosos del saber y el dinamismo de otros, por miedo a perder una situación de privilegio, estamos fuera de la verdad. Si estudiamos nuestros motivos bajo la luz del Espíritu, veremos en nosotros el egoísmo y la egolatría. Los éxitos de los hermanos son éxitos nuestros, ya que coadyuvan al establecimiento del Reino de Dios.. Los celos son orgullo y narcisismo. Eso no vale (o no debe valer) entre nosotros. 2ª Corintios 11