Admoniciones 

Autor: Rafael Ángel Marañon

 


Muchas veces hemos dejado de trabajar en nuestra obra cristiana para dar oídos al compromiso de las gentes. A veces (como Nehemías al Campo de Ono) somos invitados insistentemente a hablar y a relacionarnos con personas que al fin y al cabo (puede que inconscientemente) desean que nosotros dejemos nuestra senda, para ir con ellos a compartir filosofías, idearios, etc. En resumen de lo que a ellos les interesa. Respondámoles tal y como Nehemías a los enemigos de Jerusalén, cuando ellos notaron que  había cerrado los portillos: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, si yo la dejara para ir a vosotros. Nehemías 6: 1 al 4. En la construcción de la casa del Señor, que somos todos nosotros, no nos distraigamos y vayamos exclusivamente a lo nuestro. Se trata de nuestra vida. Y seguro que la de muchos más.