Si tratamos de ser o figurar en la iglesia, de algo a lo que legitimamente aspiramos para el mejor servicio de Dios, seamos lo suficientemente sensatos y mansos para soportar las dificultades que se nos puedan presentar por parte de cualquier circunstancia o persona. Así nos ajustaremos a los buenos consejos -que son mandamientos- del apóstol Pedro que insistía:  

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1ª Pedro 5,10. Dios sabe como manejar a cada uno de nosotros. Somos instrumentos de Dios .. Dejemos que el artista maneje como quiera sus herramientas.