EL CORAZÓN HUMANO NO SABE DAR; SOLO CAMBIA. Cuando en tu corazón habita solo Cristo, este nuevo corazón irradia bienes para el prójimo y para tí mismo. Nos equivocamos si pensamos que Dios quiere que vivamos descontentos, ansiosos y frustrados. Él quiere tu alegría y que disfrutes del gozo de tu salvación. Salmo 51:12. Si no lo gozas con fruición, es señal de que aún no has arrojado a Sus pies, al mundo y sus corrompidos deseos Todavía hay muchas cosas perniciosas que eliminar de tu vida. Hebreos 12:14. Dios sí que sabe recompensar con  inagotable generosidad y en su tiempo y sazón. Aciertas si haces lo que Cristo hizo y amó, y a la par aborreces y abandonas lo que Él despreció. 1ºPedro: 2:21.