Inmenso Dios

Autor: Rafael Ángel Marañón   

 

 

Lloro, porque mis hermanos
Tu excelsitud enaltecen;
Muchos te adoran de boca,
Pero a tu voz no obedecen.

Algazara de delicias,
Profundidad en el gozo,
Perpetuidad de lo eterno,
Silencio de mi sollozo.

Tu grandeza sobrecoge,
Y las obras de tus manos
Nos llenan de arrobamiento,
Y hacia ti nos acercamos.

Son tus caricias divinas
De tal modo deleitables,
Que a mi corazón inflaman
Tus hechos, tan admirables.

Ya no quiero estar al margen,
Pues tengo la convicción,
De que morir a este mundo,
Es triunfar de la abyección.

Rafael Marañón 28de Enero de 2011


AMDG