¿Qué puedo ofrecerte? Rafael Ángel Marañón

Qué puedo razonarte Jesús mío
Si tiré por el lodo mi inocencia,
Solo quise el saber, la conveniencia,
Y me siento de hielo un bloque frío.

Sin temer ni acatar tu poderío
¡Cuantas veces corrí tras la pendencia!
Empeñado en razonarte con mi ciencia,
El fin de mi diabólico extravío.

Cuantas veces señor, tú me mostrabas
El único argumento de la cruz,
Más terco y duro resistí tu luz.

¿Y ahora qué? Ahora ¿que te ofrezco?
Una huera vejez, un cuerpo muerto,
Y unas manos baldías, derrotadas.

Sin más baladronadas
De ti que me has guardado con paciencia
Espero tu piedad y tu clemencia.

Rafael Marañón 21 de noviembre de 2010

AMDG