José María Díez-Alegría

Autor: Rafael Ángel Marañón    

 

 

Me escribe un amigo y me cuenta todos o casi todos los tópicos que se dicen contra las denominaciones cristianas y, en España, contra la Iglesia Católica ampliamente mayoritaria. No me importa lo que los incrédulos digan  a cuenta del cristianismo. Para eso hay respuesta, pero me fastidia, y mucho, lo que dicen aquellos que se llaman a si mismo cristianos. Son tan abundantes y diferentes, que es difícil dar repuesta a todos que además no quieren oírla.

 

           Verán; yo era un admirador o fan de Diez Alegría, en cuanto a que mantenia diferencias con la Jerarquía, que no siempre está a la altura de personas que dicen portar consigo la unción del Espíritu Santo. Son hombres y están muy influidos algunos del espíritu del mundo, y como tales caen en los usos del mundo, que consiste, según parece, en hacer grandes cantidades de adictos, y repudiar a los que, siempre según Jesús, fustigan los escándalos y desviaciones a lo largo de siglos, cosa que de también muchas ocasiones es promover el odio a la Iglesia de Dios. ¿No habló Jesús de manada pequeña?

 

      Diez Alegría dice en palabras bien claras, que Dios ha de salvar a todos los hombres, y eso no se puede admitir. Esa afirmación declara por si misma, que la fe no sirve para nada y que Stalin, Mao, Pol-pot, etc.,  son lo mismo ante Dios que el padre Damián, tan desconocido por unos y tan conocido de Dios, San Francisco, o los mártires producidos por el prejuicio y la intolerancia por  unos y por otros. No es que trate de afirmar que los méritos de los hombres sean algo ante Dios, pues la fe la sangre de Jesús es la que salva

.

        Cuando este sacerdote ex jesuita habla de sacrificio, de pobreza, de solidaridad, ahí estoy yo con el. Cuando se constituye en teólogo, con harto sentimiento he de estar en desacuerdo. Ninguna iglesia cristiana, sea cual sea su denominación, dice que el infierno no existe y que no habría diferencia entre el malo y el bueno por la sangre de Jesucristo. Y así dice el profeta: Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho El Señor. (Malaquias 4: 2,3).

.

       Que algunos, dentro de la Iglesia Católica, se atrevan a decir estas y otras cosas sobre la resurrección del Cristo y sobre la gran encomienda o gran comisión, me parece mucho más grave que lo que se pueda decir de la jerarquía eclesial, y de lo mal que lo hacen algunos clérigos, pastores, misioneros, etc. Estos fracasos de hombres y por hombres son de naturaleza humana, pero la negación de lo que expresamente dijo Jesús me parece un disparate gordísimo, que es más punible aun que la propia herejía en otros temas menos sensibles y menos vitales para el seguimiento del Señor.

.

       Si el no cree en la función papal ni en una jerarquía (mala o buena, guste o no), reniega de su misma legitimidad. Dios es Dios de orden y armonía. Como personas fallamos estrepitosamente en muchos momentos (la tentación es más fuerte contra los que mas responsabilidad tienen), pero la fe en la sangre de Nuestro Señor Jesucristo, nos libra de todo pecado.

.

      Ciertamente es enorme responsabilidad la conducta y doctrinas de los que gobiernan porque según Jesús, al que más se le dio, mas estrechas cuentas se le pedirán. (Lucas 12:48) Aquí acuso una enorme decepción por causa de estas afirmaciones del sacerdote, que derriban de mis ojos otro idolillo que me había hecho. Para mí, Diez Alegría, se ha pasado demasiado con sus afirmaciones, eso si, entreveradas con ideas muy saludables. Cuando uno se sale del camino, es difícil no alejarse más.

.

      ¿Quién no desea una Jerarquía católica decentita y perfecta? ¿Y unos pastores de cualquier denominación, perfectos y de claro y hermoso ejemplo ante los demás? Por conductas erradas y prudencias que tal vez (digo, tal vez), sean cobardías o falta de confianza en Cristo, ¿ya está desechada la doctrina que desde dos mil años, (y más aun, milenios si contamos los profetas, etc.) venimos defendiendo contra todo enemigo de Cristo? ¿A eso hemos llegado? A donde vamos a parar con tanta “modernidad”.

.

      No quiera Dios precipitar su acción para castigo de los malos, y consecuente beneficio de los salvos de la ira de Dios, sin que antes no hayamos hecho la penitencia pertinente, que no es ni más ni menos que la afirmación de Pablo apóstol: el justo por la fe vivirá. (Galatas 3:11) Allá otros con su responsabilidad. Eso no es cosa nuestra.

.

Rafael Angel Marañón  1 de Noviembre de 2010

.

AMDG.