Súplica de compasión

Autor: Rafael Ángel Marañón    

 

 

Señor no me abandones, que soy débil y tardo;
Que tu misericordia, se extienda sobre mí;
No se andar tus caminos y soy rebelde a ti;
La vida ya me pesa como abultado fardo.

No entiendo mis tendencia, y como infiel bigardo
En mis pecados lloro; no lleno mi alfolí;
Conozco tu justicia, y sigo el frenesí
Del mundo, de la carne, sintiéndome un bastardo.

¿Qué secreta potestad opera sobre el hombre,
Que sabiendo sus faltas, piensa ansioso en tu nombre,
El Cristo bendito, el más justo varón?

Ten compasión Jesús, de un pobre pecador,
Que por su insensatez te ofende a ti, Señor,
Y que en tu gran clemencia, confía su redención.

 

 

AMDG.