Meditando Rafael Ángel Marañón

Cuando en el campo medito
De mi Creador las grandezas,
En mi cerebro chiquito
Pienso que no todo está
Dentro de nuestras cabezas.

Hay un alma que respira
Que vive, que ama, que adora,
Y que al Cielo ansiosa mira
Por que el amor de Jesús
Le afirma con sus ternezas.

No somos solo circuitos,
Por más que la ciencia diga,
Siempre hemos de estar contritos
Por nuestra corta visión,
Por nuestra vana fatiga.

El alma aprecia; y temblando
Contempla la obra del Cielo,
Y sin saber, adorando
Con ignorancia repite
¡Esto es, lo que yo anhelo!

Porque la naturaleza
Nos interpela constante
Y nos deja de una pieza,
Y aunque mucho cavilemos,
Demuestra nuestra vileza.

Y es que a Dios, adoración
Le debemos de contino,
Por que toda la Creación
Nos revela a su Hacedor
Que nos enseña el Camino.

AMDG.