Amar a María

Autor: Rafael Ángel Marañón    

 

 

Cansado, tal vez por mi vejez, o porque ya empacha tanta estupidez, incluyendo la mía, me he puesto el sombrero de gruñir y voy a lanzarme al palenque. El que no esté conforme, puede con libertad mandarme a la porra o a donde quiera, pero ya está bien de tonterías y de fanatismos necios. No voy a emplear lenguaje melifluo, porque quiero ser libre y expresar lo que mi alma me dice que exprese, previa consulta con el Espíritu. El me llevará a decir, mejor o peor, lo que tengo que decir. A su misericordia me acojo y no a la comprensión de los hombres. 

En un comentario de una revista alguien dijo con intención y tono que María, la Santa Madre de Jesús, era una persona como otra cualquiera, nacida y criada en una ignota aldea de Israel. Esta persona es cristiana. Estoy seguro de que ama a Jesús, y que estos resabios que son ya multitud en sus medios, son fruto de su celo por el protagonismo de Jesús en materia de salvación. Errados pero creo que sinceros. 

Nadie pone en duda esta realidad. Yo no por lo menos; sé que es la sangre de Jesús y su resurrección los que garantizan la nuestra. Una vez que se ha dejado esto, machacado y resuelto ¿Hay algún inconveniente en que yo exalte a su madre María, con mis poemas y mi amor hacia la que es la madre bendita de mi bendito Señor? 

No creo que Jesús se moleste si yo hago un canto a María (su mamá), porque creo que es mejor que lo haga a ella, con mis modestitas facultades, que a otras personas, mujeres o varones, a los que también les he hecho sus poemillas. Si María era una aldeana ignorante, y poco más que la madre de Brian el de la película, eso no es aceptable por nadie, sea su credo católico o protestante.   

Jesús hombre, era un judío más, que vivía en una humilde aldea (la de su madre) con un oficio muy modesto. No destacó sino por su piedad desde muy joven, y por su sabiduría. No era rabino oficial ni levita y menos sacerdote del templo etc. ni otra cosa cualquiera. Simplemente era un artesano que conocía la Torá hebrea, y que practicaba la religión judía. ¿Qué pasa con eso? A quien le quieren embutir que Jesús era un independiente y anárquico, cuando la misma Biblia explica que iba al templo a orar y a dar doctrina. 

María sería bienaventurada por todas las generaciones. Y cuando fue a ver a  su parienta Elizabeth, el niño se revolvió en el seno de Elizabeth Léase la Biblia en esos pasajes de Lucas. Los trámites de purificación se cumplieron como era preceptivo. Con dos palominos (no serían muy ricos para comprar un cordero) Así que, sin necesidad de ir más lejos, yo me siento con poder y con autoridad, para cantarle mis alabanzas y mis amores a una madre, que por ser de mi hermano y amigo Jesús, también resulta mía. Acusar de divinizar, es correr un titulillo que no se corresponde con la verdad cristiana. Eso no vale aquí. Para proclamar a Jesús, y hacerlo con poder del Espíritu, no hace falta decir cosas contra otros.  

Y termino diciendo (y disculpen la osadía). María es una chica con las naturales apetencias de su edad, prometida con un hombre bueno y dice la Biblia que JUSTO, que es abordada por el ángel de Dios; una vez aclarada su situación, comprende que eso lo sabe el Señor de sobra, dice resueltamente que SÍ, a lo que significa el principio de la Obra de Redención de toda la humanidad; preparada por el mismo Dios, y ejecutada como primera expresión terrenal en María. Después sigue a su hijo por dondequiera que va, y hasta se siente en posición secundaria, ante la obra que el hijo tiene encomendada. Sigue impertérrita en fe de la buena, de la que es operante, tras el destino de su hijo. 

Y se “zampa” todo el Calvario desde los peligros que ya le habían sido anunciados por Simeón (Lucas 2:25 y ss) hasta la prisión y crucifixión. Algunos se atreven a tacharme de idólatra o cosas así, lo cual considero intolerable; a ningún hombre le cedo en el amor que siento por Dios, y su elegido y engendrado Jesucristo. Y a ningún otro mi amor a María, como la tengo en otro nivel distinto, por Pablo, Abrahán, José, David, etc. En mis poemas lo digo claramente

El que quiera leerlos que lo haga; y corrija si es justo.  

Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. (1ª Corintios 14:20)

 

AMDG.