Fe... ¿Adulta?

Autor: Rafael Ángel Marañón    

 

 

Don Juan José Tamayo dice entre otras cosas lo siguiente en la revista cristiana, FE ADULTA: Con la historia en la mano, se puede comprobar que los místicos de todas las religiones fueron personas críticas del poder, rebeldes frente al orden establecido y comprometidas con la reforma de las instituciones tanto religiosas como políticas y sociales. Eso es cierto, y también que junto con avivamientos, trajo otras calamidades como las herejías y los cismas. Bien que Juan de la Cruz estimulara la fe comprometida con Dios y su Cristo, lo cual le trajo muchos disgustillos; no tan bien la actitud de Fray Gierónimo Savonarola que intentó arrasar con todo lo que había, bueno o malo, (había mucho malo, es cierto) y bueno también. 

Lucero y Calvino, Bucero, Swinglio, y tantos más lucharon contra las astracanadas propias de la iglesia medieval, con sus vicios y sus errores, pero en cambio no lograron, ni aun han logrado, cohesionar una fe indistinta y clara para todos. Alguien está equivocado, y nadie piensa que es él. No estoy convencido de las bondades del libre examen, por la experiencia que tengo sobre la materia. Cada cual busca que la Biblia diga lo que a él le conviene; si hay que retorcer los textos o descontextualizarlos se hace y ¡voilá! Ya tenemos la nueva religión infalible. Y multitud de errores más. 

Si realmente han conseguido esa perfección que exigen a los demás, es muy poco edificante que cada uno (y perdonen la expresión) “toque su pito”. Luteranos, anglicanos, y hasta los llamados evangélicos deberían haber llegado a un consenso común. Si no lo han logrado, alguien o todos están equivocados, así como los “teólogos católicos” que pugnan por imponer sus propias deliberaciones sobre los misterios de la fe ,sin que por otra parte se pongan de acuerdo ni en la doctrina ni en la praxis. Tamayo, Küng, y una recua de gentes así, proliferan al calor de la libertad que se concede para opinar, pero no para injuriar.  

Yo, personalmente soy muy crítico, pero antes soy más crítico aun conmigo mismo. Y conociéndome, a pesar de (para mí) mis indudables buenas intenciones, me doy cuenta de porqué nadie se apea de su caballo. El poder de un avivamiento se aleja cada vez más. Todos solicitan ayuda y colaboración para sus proyectos buenos o malos, (no entro en ello), pero dispersos y sin el vigor que proporciona la unidad y la unanimidad de  propósitos. Que un católico piense que el papa es malo o es tonto sobrepasa mi capacidad de comprensión. Y hasta ahora, nadie ha superado a la PARROQUIA 

Procuro colaborar desde mi pobreza, pero ya es que el acoso viene a ser agobiante. Cualquiera funda una ONG con los mejores propósitos o despropósitos, y enseguida piden dinero para sostenerse, primero ellos, y después en lo que dicen haber emprendido. Y además te hacen sentirte una mala person, porque no cooperes o aportas dinero para ello. Yo creo que lo que hay es suficiente y requiere una dirección convergente, aunque traten de diversos métodos y materias de la ayuda y la solidaridad. 

Y en lo que respecta a las iglesias llamadas cristianas, que cuentan en casos con miles y miles de adeptos que pagan diezmos bajo amenaza de estar engañando a Dios, estas solo consiguen una religiosidad a imagen y semejanza del “baranda” que dirige las cosas, y que recibe casi adoración, a pesar de que poseen mansiones espléndidas, y millones como fortuna personal. No obstante se atreven a criticar cualquier iglesia institucional, con terribles excomuniones y desprecios sin cuento. Y con estos bueyes hay que arar la hacienda de Dios, que ya ajustará cuentas con todos. 

La imposición me produce urticaria, además de tristeza infinita, pues Dios en su bondad para con nosotros nos confió el depósito de la revelación a toda la Iglesia Cristiana En una sola fe, un solo bautismo, y un solo Padre y Dios que en todos de todos y por todos (Ver Efesios) Es perfectamente entendible que algunos de los asertos de una denominación (mayormente católica), produzca rechazo o por lo menos disconformidad en otras. Bueno pues eso se puede resolver con ESPIRITU CRISTIANO, pero no para ver quien es más listo y quien tiene toda… toda  la razón. 

Creo que ya existen demasiados enemigos del Evangelio de ¿NUESTRO SEÑOR? Jesucristo, para que nosotros les demos motivos, para el odio que tienen hacia Jesús. Esa petición de unanimidad que se nos pide no la estamos cumpliendo como debemos, y creo que hay que dar cuenta de todo esto, porque está perjudicando a la verdad del Evangelio. Por nuestra causa es blasfemado el nombre de Dios entre los gentiles (Romanos 2:24) Si de toda palabra OCIOSA hemos de dar cuenta en el día del juicio ¿Qué será de las corruptas palabras que salen de nuestra boca, al calificar a los que equivocadamente o no, honran o lo pretenden, el nombre de Dios y de Jesús el Hijo.

 AMDG