Mis huespedes

Autor: Rafael Ángel Marañón    

 

 

He tenido en casa unos huéspedes de verano, maravillosos y también movidos. Pero siempre sin molestar. Son los amigos de mi nieto a los que este, (que se siente, y está) en su casa, convida a jugar juntos. Dos de ellos me han impresionado profundamente. Ahí van sus nombra Jesús y Carlos.

 

Equilibrados, respetuosos, cooperadores hasta donde les dejábamos la abuela (cocinera y doncella) y yo (mayordomo). Queríamos que se sintieran todos bien, y para ello nada mejor que la naturalidad y las buenas formas caseras ya antiguas  en mi hogar, como provenientes de la cultura de chicos que traemos desde nuestra infancia y juventud. Solo tengo que añadir que mi esposa les hablaba a sus padres de la forma respetuosa y afectiva de usted. Y yo también pero por mi parte, no a los míos

 

Contándoselo a Homobono, este, nos decía con gravedad de filósofo.- Es que las buenas costumbres no solo se toman de los buenos centros de educación y enseñanza, sino de los hogares donde se crían estos retoños.- Nada que objetar. Solo que a los chicos se les notaba su respeto, cariño, obediencia, y consideración, para sus padres.

 

Carlos (como siempre) terció sentenciando la afirmación de Homobono.- Es que los colegios elegidos por los padres son la referencia de cómo quieren que sean educados sus hijos: la elección de estos, refleja fielmente lo que estos padres desean para sus hijos, que al fin y al cabo reflejan dondequiera que estén, el orden y la majestad de un matrimonio que sabe lo que quiere.

 

Por supuesto que sí Dijo Homobono.- Las familias reflejan los colegios elegidos, y estos asimismo las familias que los eligen. Se da el caso de que estos colegios llamados concertados generalmente de afiliación católica siempre tienen candidatos para entrar mientras los públicos reflejan por desgracia la dejadez de las familias y a pesar del esfuerzo de autoridades y profesores nunca ofrecen la excelencia de los otros.

 

La doctrina cristiana que se asimila.- continuó.- no solo por las lecciones sino por el ejemplo de orden y disciplina, es decisiva a la hora de crear gente de cierta educación y formas de pensar. En los chicos que yo he tenido el placer de alojar en casa, lo he visto con agrado.

 

Es una diferencia tan abismal que desde luego parecen de otro país. Sé que en casa tendrán sus refunfuños y rebeldías propias de su edad, pero su comportamiento ha hecho de su estancia una verdadera alegría para nosotros. Con gente así, que sus padres no los busquen si se les pierden. Los habremos raptado nosotros.- dije yo complacido y risueño.

 

Carlos, siempre tan incisivo, aportó una de las causas, según su percepción.- es que las familias que llevan a sus hijos a los colegios concertados pueden pagarse estos, mientras que los que llevan a sus chicos a los públicos son más pobres y con menos posibilidades.-

 

No lo creo dijo Homobono.- pienso más bien  que en los hogares más cristianizados (aunque sea superficialmente), las buenas costumbres de orden y respeto mutuo se notan en cualquier momento sean pobres o ricos; se trata de hacer lo necesario para que los hijos reciban lo que les conviene en orden a una vida más cívica y honesta. Eso está más que comprobado.

 

Homobono continuó.- El cristianismo con todo lo que se lo ha manipulado, aguanta todo, y emerge de entre la basura de las civilizaciones que se malean a medida que crecen sus adelantos técnicos (que no su civismo), medios sociales y comodidad. Para una buena educación hace falta que los padres sean cristianos, y los colegios también.

 

Esta sinergia de esfuerzos en una edad adolescente hace que los chicos no se pudran en vicios deletéreos, que hacen a los hombres útiles o perjudiciales para la sociedad. Desengañaos.-continuó.- nada como la educación cristiana para hacer hombre y mujeres dignos de tal nombre. Lo demás no es que sea malo ni bueno, que no es la cuestión, sino las ventajas (aunque sean solo sociales) de una educación cristiana y un ejemplo de orden y paz que se respira de las personas que regentan un colegio religioso.

 

También tienen sus cositas.- dijo Carlos.-

 

¡Hombre! respondió Homobono.- en todas partes hay problemas humanos, pero la tesis reinante es: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. (Efesios 6:4) Ninguna congregación está compuesta de ángeles, sino de aspirantes a algo mejor. Y en ello se esfuerzan. Lo que falle lo restaurará Cristo el Señor. 

 

AMDG.