Vivencias

Fuerza mental vs oración

Autor: Rafael Ángel Marañón    

 

 

              

Ayer estuve desayunando con un buen amigo; en la conversación salió el tema de la fuerza mental y de los beneficios o maleficios que nos puede traer este poder. Realmente interesante y comentando más tarde este mismo tema, surgió como siempre, la voz clara y determinante de Carlos. .-Eso son tonterías.- dijo en forma tal que lo entendíamos todos y también los transeúntes que se volvían al oír su dura voz .

 

Homobono, ponderado como siempre, se opuso a esta opinión y desarrolló una cantidad de argumentos (según Carlos le dejaba con sus frecuentes interrupciones), con los que nos convencía a todos. Y realmente es importante la actitud ante las circunstancias de la vida, la presencia de ánimo, y la autodirección personal; surgió otro elemento que modificó la conversación: la oración, como mi amigo de ayer me sugirió.

 

Y ese factor en la vida de un hombre es radicalmente transformador de la vida y es un poder que irresponsable mente despreciamos, sabiéndolo o no, los que creemos. Nos parece que la oración es algo de lo que podemos prescindir, porque como argumentaba Carlos, Jesús dijo que Dios sabía lo que íbamos a pedir antes, de que lo hiciéramos. (Lucas 11:11) Mal usado este aserto verdadero de Jesús, puede ser un arma mortal contra la oración.

 

Es cierto que Dios sabe lo que le vamos a pedir y aun antes de que pensemos pedirlo siquiera. Él sabe todo, como la Biblia afirma: El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? (Salmos 94:9) por tanto es cierto que sabe lo que vamos a pedir y tal vez Él creó esa necesidad, pero a Él, como ocurre a todo padre (y más a Él cuyo amor no tiene límites), le encanta que sus hijos le pidan, que cuenten con Él, que confíen en que lleva y proporciona las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (Efesios 3:20)

 

Nos divirtió, y todos nos reímos con la resuelta e inesperada respuesta de Homobono: pues yo desde pequeño fui enseñado a pedir a las “Animas Solas” que me despertaran a determinada hora. Lo hacía desde pequeño, y hasta ahora a mí nunca me han fallado. No necesito reloj despertador: Si es mentalismo inconsciente, o estoy invocando potestades superiores no lo puedo determinar, pero en mi cristiana familia se hacía así desde antes de mi nacimiento e infancia, y así se sigue haciendo. Y que piense cada uno como quiera.- remachó.-

 

Yo solamente afirmo que Homobono es digno de crédito, y así lo expreso en el presente escrito. Dios tiene muchas maneras de hablar con sus hijos. Bendito Él, en quien no hay injusticia ni soborno, y hace todas las cosas a su sabor y entera soberanía.

 

 

AMDG.