¿Acusadores O Acosadores?

Autor: Rafael Ángel Marañón   

 

Recordado Señor: Le he enviado a los distintos trabajos que he realizado anteriormente, y que abundan sobre los enunciados que me envía en su mensaje; o más bien en varios de sus mensajes. No voy a insistir en demostrar la existencia de Dios, porque es una cosa tan natural como la existencia del Universo.  Por otra parte, yo no tengo porqué demostrar nada. Mejor prefiero que a mí me demuestren que Dios no existe, y así nos ahorramos un montón de esfuerzo.  

Todas las propuestas que se hacen en términos de mejora de la humanidad, han fallado clamorosamente hasta hoy. Bien o mal ejecutadas, han fallado; cualquiera que tenga una información básica lo comprende bien, porque es algo que salta a la vista de cualquiera medianamente preparado.  

No hace falta ser un Sócrates para saber que todo lo presente en nuestro entorno, hasta la más lejana de las Galaxias es originaria de una Inteligencia Suprema, que crea y gobierna todo el magnífico aparato del universo. En lo que respecta a mi persona, yo creo porque no me es posible creer otra cosa que La Inteligencia Creadora es el que llamamos Dios, que está muy por encima de nuestras posibilidades de comprensión. Si usted mira lo que es el planeta Tierra comparado con el resto del Cosmos, se dará cuenta de que la comprensión nuestra no es lo más adecuado para entender tan sorprendente y sobrecogedor tinglado de la Creación.

 No insista usted en que el clérigo hizo esto o lo otro, o si el pastor fulano se ha hecho un capitalito a costa de las gentes, o que la fe es algo irracional... ¿Hay algo más racional, que pensar que lo que existe tiene un orden y un origen? Es tan sorprendente, como que sabemos que cada edificio, cada carretera, cada cachivache ha sido hecho por alguien ¿Hace falta, para entender esto, que se estudie un paquete de libros de los mejores filósofos, para entender el gran misterio de la vida y los sentimientos y aspiraciones del espíritu y del alma? 

Lo que no puedo hacer, de ninguna forma, es desmontar uno por uno, metódicamente, para dejar impoluto el misterio de Dios (que es tan evidente como el Everest y la Luna), todos los prejuicios y atavismos de la raza humana. ¿Qué hay fanatismos de todos los colores? Claro que los hay, como en todo. Las gentes tienen un concepto de rail sobre casi todas las cosas; es lo que podemos llamar aquí, los prejuicios. Los alemanes tienen cabeza cuadrada, los franceses son lascivos, los italianos frívolos, etc. etc. Todos los prejuicios y motes que se quieren aplicar a la gente de cualquier lugar, se aplica sin restricción a las cosas de la fe.

Sin embargo hay hombres y mujeres maravillosos, que en todo momento y lugar (y algunos son remotos y casi inaccesibles), se ocupan de la ayuda y cuidado de los desfavorecidos, que los «racionales» paganos no se atreven a realizar, cuando les sobran medios para hacerlo. Israel es un testigo de la maravilla de las profecías, que se van cumpliendo a lo largo de milenios. Ahí está, y a pesar de tener tantos enemigos, prosperan y ponen en movimiento el prodigioso genio de su raza.   Y siempre han destacado, y destacan en cualquier lugar y época. Por algo será..

Me es muy molesto, repetir argumentos a favor de la fe cristiana. Solo mi fe me permite insistir, porque con criterios utilitarios o ideológicos lo habría abandonado. Sé que mi argumentación es rústica y elemental, pero basta para el que de buena voluntad acude al conocimiento de la verdad. Los seguidores de Cristo en cualquier época de los milenios pasados desde su fundación, se han ocupado de hacer al prójimo lo que ellos querrían que se hiciese con ellos mismos..

¿Qué muchos que se llaman cristianos no responden (o no respondemos totalmente) a las expectativas de praxis cristiana? ¿Señor mío, eso es cosa de hombres y los hombres somos los que somos; gentes corruptas y desviadas de la verdad, que solo se recupera con el seguimiento fiel y leal de los pasos de Jesucristo. Si no se hace, no es cuestión de poner la culpa sobre Dios, de cualquier manera como lo concibamos cada uno; es cosa de hombres y por eso la doctrina de La Iglesia Universal, en cualquier lugar, es única y refleja los preceptos de su fundador y sostenedor; Jesucristo. 

Le recomiendo, si va de buena fe, se acerque a alguien al que usted atribuya autoridad, que los hay (no vamos a ser solo usted y yo los únicos buenos), y que le instruya. Jesús decía sobre esto en la parábola de Lázaro y el rico epulón: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. (Lucas 16:29). 

Rafael.

AMDG