Disculpen, si discrepo

Autor: Rafael Ángel Marañón   

 

 

Yo no soy nadie, pero tengo mi caletre como cualquiera otro. Estimo que socialismo y cristianismo no son compatibles. Así de claro. Como presidente del Congreso de Diputados el señor Bono es total y absolutamente respetable como autoridad; como cristiano está errado. Estar de total acuerdo con lo que dice un partido que es casi anticristiano; no es ser cristiano.

 

¿De que habla Bono cuando dice que sigue a Cristo? ¿Qué idea tiene Bono de de lo que es el seguimiento de Jesús? Cristiano sin el trasunto de eternidad y desarrollo de la humanidad, en sus corazones, para el servicio de Dios y la imitación de Cristo. No hay comparación.

 

Bono está en su derecho libre de elegir lo que quiere, pero o le falta el conocimiento de lo que dice o es, como decía Baroja, un mixtificador. No importa, si es presidente de las Cortes o simple ciudadano. O está aquí o, como él dice, está allí.  Y lo que estamos viendo todos, lo que la historia nos ha dejado, y lo que los viejos hemos presenciado, no deja lugar al maridaje entre cristianismo y socialismo.

 

La Iglesia está, no solo en el derecho, sino en la obligación de decir lo que es concordante con las orientaciones tan claras de Jesús para todos. Simplemente dice lo que piensa, y tiene como los demás, el derecho a proclamarlo, sobre todo si aquello en lo que se opone está dañando a los suyos. Si no lo hiciera, y callase por miedo a las críticas, no cumpliría su obligación como Iglesia de Cristo. La verdad cristiana es incompatible con cualquier otra ideología.

 

Por muy filantrópica que aparezca, la idea socialista es al fin y al cabo algo inspirado en la praxis humana y no en la revelación divina. Tiene el valor que cada cual quiera darle, pero no alcanza la sublimidad y eficacia en los corazones que la doctrina, muerte, y resurrección de Jesucristo. Con ellos podemos ser co-beligerantes pero no aliados ni compañeros de viaje.

 

Al cristiano no le hace falta suscribirse, ni militar en una ideología distinta de la de Jesús (por llamarla ideología), sino que con seguir a Jesús, le basta y sobra para superar cualquier forma de ideología social. Los devaneos, que además se quieren cubrir con la pátina de cristianos, no son sino una coartada para meter por las mentes cristianas, los objetivos anticristianos de una ideología desprovista de espiritualidad, y en la que domina el materialismo dialéctico.

 

Que el cristianismo falle ya es suficientemente grave para además, revestirlo de ideologías que se dicen más eficaces que la guía segura de Cristo Jesús. Frases como: ¡si Jesús viviera ahora sería comunista! Y otras muy abundantes tienen a hacer vacilar a los cristianos inmaduros. Jesús vive y está con los suyos, animándoles y poniéndolos bajo su protección. La vida pasa; y el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. (1ª Juan 2:17). Con todo respeto a las ideas socialistas o de otro signo. Cada cual sepa lo que hace. La ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento. La idea cristiana es INFINITAMENTE superior a cualquier otra. Eso es un hecho.

 

 

No se ha de morir de antojo

Quien me convide a cantar

Para conocer a un cojo

Lo mejor es verlo andar.

 

Martin Fierro de José Hernandez.

 

AMDG