Seriedad, por favor

Autor: Rafael Ángel Marañón   

 

 

El que tenga su fe contrastada por otros medios, está en su derecho como ciudadano, pero no a costa del honor y la integridad de los demás. Porque la política es mala consejera, y fue principalmente la que llevó a la cruz al divino Jesús. Cada cual que siga los pasos de Jesús y déjese de enemistades, pues Cristo dijo muy claro: Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todo atraeré a mí mismo. (Juan 12:32)

 

Su victoria es nuestra victoria, su resurrección es la nuestra, y no una pretendida ortodoxia practicante. ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. (Romanos 14:22)Ya tiene el cristianismo suficientes enemigos, como para estar tan divididos. Eso lo han comprobado los anglicanos y luteranos, que se han separado y han vuelto a la fe católica.

 

¿Porqué? Porque no hay seriedad en el seno de sus iglesias, y se tiene un muy pobre concepto de lo que es el seguimiento de Cristo, y una idea deleznable de lo que es la iglesia militante. Muchos la confunden con un club, o un partido político, etc. La Iglesia de Cristo, fuera de las muchas denominaciones que las diferencian (yo pienso que las separan), no es solo la jerarquía que la administra, sino como dice Pablo apóstol: Vosotros pues sois cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular (1ª Corintios 12, 7). ¿Qué es lo que no se entiende de esta afirmación?

 

Y atención; Dios no nos ha de juzgar por lo que digan unos de otros, bien o mal, sino por lo que halle en nuestras conciencias. Bienaventurados los pacíficos.- se atreve a decir Jesús. Bienaventurados los mansos.- también afirma.  ¿Quieren que les recite todas las llamadas bienaventuranzas? Hermano, que dices que fías tu vida a Cristo: no andes equivocado, porque de toda palabra <ociosa> se nos pedirá cuenta en el día del juicio. Y si esto es así con palabras innecesarias ¿Qué será con las malas de verdad? ¿Y, desde cuando es malo o perverso ser objetivo? Como decía Pablo a los fieles: ¿me he hecho vuestro enemigo por deciros la verdad?

 

¿Es necesario que se tenga que estar siempre metido en un corsé de ideología, que no deje pensar ni analizar objetivamente la realidad? Si algo pasa en mi grupo ¿no ha sucedido nada? Si pasa en el grupo de otro ¿hay que magnificarlo, cuando todos somos fabricantes involuntarios de estiércol? Todos hablan de la paz, pero nadie hace nada por hacerla realidad, y menos si eso comporta algún esfuerzo o sacrificio. ¿A qué viene tanto altruismo de comentario o proclamación de buenas intenciones, si no se entroniza al que de verdad hace lo que proclama, y no lo que satisface nuestros deseos o nuestros prejuicios.

 

¿Es inteligente torcer la historia o ignorarla, declamando a todo instante cosas que se desconocen, y que no son sino emanaciones y muletillas adobadas de verdad? Recuerdo a un chico mejicano de origen español, que me soltó la consabida frase.- Es que los españoles fuisteis a México a saquear, matar, etc. - Yo le respondí que sería su abuelo lejano el que fuera a México, porque el mío se estuvo en España. Pero él no podía trasegar esta realidad.  Era demasiado cambiar en minutos atavismos de siglos.

 

Y esto es lo que está ocurriendo constantemente en todos los terrenos: religioso, político, filosófico, y hasta en las ciencias naturales. Los doctores no se ponen de acuerdo en las soluciones y no cambian en la moda de despreciar sistemática y unánimemente el valor de la verdad. Como dice la Escritura: El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Yahvé. (Jeremías 23:28). Y eso digo yo.

AMDG.