¿Católicos?

Autor: Rafael Ángel Marañón  

 

 

Galeón escribió: Respeto su opinión, pero no lo comparto. Se ve que no se ha adentrado: No es buscar, sino toparse.


Es prosa lo que me escribe... sin ningún valor. Hablar por hablar cuidando la escritura y la sintaxis.  Seguramente que es un artículo escrito tanto tiempo hace, y plasmado aquí. No está escrito con sangre sino para suscitar admiración, me parece. Como un artículo callejero. Muy bien revestido, pero falto de contenido. .


Muchas gracias por las intenciones pero no me sirve..

Galeón también escribió: Al convertirse, por la fuerza de otro papa, en libre o electivo el primer efecto ha de ser, innegablemente, la vulneración de sus objetivos. Y sancionar la nueva misa de los tres papas anteriores a Benedicto XVI, ese grosero remedo de oficio protestante, supuesto memorial de banquete, asamblea del pueblo de Dios: Cualquier cosa menos Santo Sacrificio que la Iglesia siempre ofreció al Altísimo en sus altares. .

Rafael Escribió: Estimado amigo. Aun sin querer, me ha dado usted con su mensaje la oportunidad de dejar más claro mi pensamiento cristiano. La edad me hace ya replegarme a mis cuarteles de invierno, de los cuales no he de salir hasta que mi amigo Jesucristo me reciba en su trono. Mientras escribo lo que creo que es edificante desde hace ya más de diez años.

Me llena una esperanza viva que me hace ser muy feliz y, por lo tanto, no buscar mixtificaciones para alcanzar una notoriedad que no necesito, y que ya poseo sin comerlo ni beberlo y aun contra mi deseo. Su mensaje está lleno de acidez por no sé que motivo, y en él me acusa de escribir cosas añejas en lo que también yerra, ya que se lo envié recién terminado y por lo tanto calentito o fresquito (como guste) 

Amigo mío: esa no es manera de dirigirse a un hermano; a un colectivo, puede ser, si no lleva demasiada acritud. Pero ese aire de suficiencia y con acento de Papa que usted usa, es como poco afrentoso para toda La Iglesia, Papa incluido. Le diré que por mi parte no considero católico a quien no obedece al Papa de Roma, constituido legítimamente, y más si es como este un hombre mayor con una carga de espiritualidad considerable y al que yo admiro. 

Usted dice en palabras de cinco peniques, que este y otros papas anteriores han faltado a un juramento que es inamovible. No estoy de acuerdo. Si un Papa en determinadas circunstancias y épocas ha dejado escrito algo sobre las cuestiones rituales, otro Papa puede no ya revocarlas, sino adaptarlas a otra situación distinta. La forma casi indecente de Küng, Ayala, y otros, tratan al Papa me parece inadecuada por no decir más, porque se constituyen en mejores y más diestros conductores de la fe de la Iglesia.

Cuando Jesús dice «dadles vosotros de comer» implantó para los suyos (aquí no entro en denominaciones para que nadie se sienta despreciado), confió a La Iglesia un mandato que no es, ni más ni menos, que la  misión de poner en práctica la compasión de Jesús por los pobres y oprimidos. En otro lugar estoy contra la llamada teología de la liberación y otras distintas y no menos desechables, que se están apoderando lenta, pero inexorablemente del pensamiento de La Iglesia.  

Las normas rituales las establece el Papa y nadie más. Si el que reina no decide, se puede poner una estatua o un cuadro del Renacimiento y dejar que todo siga siempre igual. Yo soy partidario de la sotana y la teja quizás debido a mi edad, pero no descarto otras legítimas y estudiadas formas de hacer las cosas. También los protestantes tendrían algo de razón, cuando se les llama «hermanos separados». 

La misa en latín es la que creo más litúrgica y solemne, pero otras permitidas por el Papa pueden ser también tan eficaces como la latina. Dice usted que en unas rogativas se constriñe al Papa para que no se salga de la religión católica y después añade: Sea dicho sin oponernos al dogma de que por delegación divina, en materia de fe y costumbres, se vuelven infalibles apoyados en la Tradición de los Apóstoles. Entonces ¿de que va, mi amigo? Yo soy contrario a la cantidad de gentuza que va tergiversando el evangelio de Jesús en todo el mundo desde muy distintas denominaciones y perspectivas, pero eso ya ocurría en tiempos de Pablo y lo dejó bien escrito y refutado en sus cartas.  

Seguirá 

Se miente más de la cuenta

Por falta de fantasía

También la verdad se inventa.

A. Machado