El gran desconocido

Autor: Rafael Ángel Marañón  

 

El evangelio es el gran desconocido porque creo que los cristianos son comodones y se limitan a llevar una vida “decente” y a concurrir a la Iglesia en las fiestas y otras esporádicas ocasiones, con lo que no se avienen a ser enseñado. Es cierto que algunos sermones son algo pesados y el predicador no es muy brillante, pero la palabra de Dios es eficaz aun en esos casos por sí sola. .

Se imaginan una nueva ley, además de la antigua y de la de la nación donde viven; que la salvación por Gracia les garantiza su salvación, sin mojarse un dedo, o que la salvación depende de sus obras buenas y que las malas van a ser manumitidas porque sí. Sin más complicación.

 

Los tiranos de cualquier clase y los que hacen daño al orden y a la seguridad de individuos y Pueblo se irían bien contentos mientras los miserables de todos los países. 

 

Eso repugna a toda conciencia humana, y por tanto como todos saben que las cosas no se hacen por sí solas y que hay una retribución,  una paga del pecado (crímenes, adulterios, mentiras, etc.), que es ni más ni menos que la muerte eterna. Es cierto que muchos se ríen de esta posibilidad, pero no cabe duda de que cada cual tiene su cosmovisión mas o menos abierta a la realidad que estamos viviendo, y por tanto a alguien hemos de darle cuentas.

 

Condenar sin más, no es asunto de humanos y, por tanto, el que cree viva en su esperanza, y los que no invariablemente en la suya. Es el clásico “tiene que haber algo” de los que no quieren tocar la religión, o viven ciegos a una realidad que nos dice que el ser humano es relativamente libre, y que ha de dar cuenta relativamente rigurosa, acorde con su andar por esta esfera de la Creación y la vida. .