Simple y eficaz

Autor: Rafael Ángel Marañón  

 

 

Jesús, este amigo mío; tan simple, y a la vez tan complicado como lo presentan a veces,  tiene palabras lapidarias que confunden a muchos. Por mi parte las leo, las medito, y las valoro en referencia a la casuística que existe sobre esta persona histórica.

 

Yo no puedo dar más de mí; si Jesús (mi amigo) dice: quien no está conmigo, está contra mí y, el que conmigo no recoge, desparrama. Yo que soy sencillote y elemental (tal vez un poco simplista), no puedo por más que pensar literalmente, sin añadiduras ni enmiendas. Si Él dice que quien no está con Él está contra Él ¿qué otra cosa puedo pensar? Si quien no está con Él desparrama, pues tengo que pensar que desparrama. ¿Para que iba a mentir Jesús? ¿Para ser rico o famoso?

 

¿Qué usted no es creyente? No pasa nada, porque los resortes del poder, en última instancia, están en unas manos que no somos capaces de alcanzar ni a imaginar. Al fin y al cabo, cada uno elige donde y con prefiere estar. Yo, quizás por mi fervor por Jesús, por las cosas espirituales, y por mi unión con Él, tal vez no comprenda su actitud, pero eso no está en manos de nadie, ni mías ni de usted. Así que pensemos que las cosas serán como se explican, más o menos matizadas por el que puede hacerlo. ¡Y ese, si que sabe!

 

Por lo que a mí me toca, estoy muy libre y contento, porque sé que estaré donde quiero estar; en un lugar de paz, de alegría y de felicidad.  Con gente que me gusta. No me lo tienen que contar, pintar, o utilizarlo para amenazar. Ni a usted ni a mí, nos amenaza nadie. Nosotros somos nuestra propia amenaza. Usted, supongo, que estará donde quiere estar, y en las mismas cosas que ahora gusta de ponderar.

 

Pero eso no es cosa mía; lo mío es anunciar que hay paz y poder en Jesús, que murió y resucitó para que todos resucitemos con Él. Los aliños y otras cosas que se aportan para desvirtuar la fe no son aquí, en este trabajo, asuntos a considerar. Escribo lo que creo que debo escribir; el que desee conocer lo leerá, y al que no le interese lo descartará y a otra cosa . Cada cual con su propia responsabilidad.

 

Lo mismo que yo soy todo lo feliz, que permite este mundo corrompido y opositor, también pueden estar los que apeando el orgullo y su propio criterio tan manipulado y desviado por los azares de la vida, malos ejemplos, o percances, etc. se avenga a dialogar con Jesús, que nunca hace reproches ni echa en cara nada del pasado una vez que uno se reconcilia con Él. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5)

 

Sin reproche, fíjese bien. ¿Quien hace un favor, y no lo acompaña de algún tipo de reproche, aunque perdone y restaure? Solo Cristo. No cuesta tanto. Ir a Él en la seguridad de que siempre serás bien acogido.

 

AMDG