Al Gran Inocente

Autor: Rafael Ángel Marañón  

 

 

A Jesús, el inocente, quiero ofrecerle una flor;
Al que me salvó del malo, al que por mí dio su vida,
Al que sufrió gran dolor, al de la frente ceñida
De una corona de espinas, al de infinito valor.

Al que no frenó la muerte y no detuvo el dolor,
Al que murió ante María por la espada malherida;
Que padeció tanta afrenta con su faz descolorida,
Por los sayones tan crueles, por su divino candor.

Al Cristo del Padre Eterno, que vino al mundo y salvó
A los que en cruz le colgaron, como cuelgan a un ladrón,
Al que mudo no maldijo, ni de nadie se vengó.

Al Cristo resucitado, al que a la muerte venció,
Al que en los cielos me espera, al que debo adoración;
Y amo a María bendita, por las penas que pasó.