Caos del pensamiento social actual

Autor: Rafael Ángel Marañón 

 

 

              Una de las falacias más frecuentes en nuestro mundo, ha sido y sigue siendo, las formas de expresión y retorcimiento semántico de las palabras sobre cualquier asunto. Desde siempre se ha hecho del lenguaje una manera de engañar, aparentando que se dice la verdad. La media verdad es tan mentira como la propia mentira.

 

De ahí que se tengan por ciertas entre la gente común lo que solo es una mentira hábilmente disfrazada de verdad. Y como a los que más interesa que se no se conozca la verdad, son casi siempre los que tienen en sus manos los medios de adoctrinamiento de masas, he aquí que ellos dirigen a las gentes por los senderos que les conviene. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Dios  está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas. (Jeremías 8:8)

 

Todo es la búsqueda de la conversión de las gentes a una forma de doctrina extraña a ellos, que pretende uniformar el pensamiento de la humanidad de forma que todos respondan como un gigantesco ejercito, a las consignas ya incrustadas en las mentes de las gentes. Un ejército de «asentidores» y«consentidores», con el privilegio de poder dar suelta a sus peores instintos, cuando esta causa se ve disputada o contradicha por otra… y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin? (Jeremías 5:31) Y a esto amigos míos ¿se le llama información?

 

Entre tres noticias que puedan interesar al público, se publica solo una de ellas; la que conviene, debidamente manipulada y aseada por el medio al que interesa, y se expele como una ventosidad, para que todos respiren su olor nauseabundo. Es tal como, por ejemplo, la cerveza y el tabaco etc.; no gusta al principio a nadie, pero cuando se acostumbran, se desarrolla como una adicción y se regodean en olerla.Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; (Proverbios 24:33) Y así marcha la bamboleante humanidad, sumergida en un sueño del que de una u otra manera ha de despertar.

 

Las otras dos noticias, tal vez más importantes que la que se lanza, quedan enterradas entre un montón de frivolidades, para que si algún día alguien las menciona como no dichas, se pueda decir que sí se publicaron. Así, tanto unos como otros, se empeñan en el infame concierto de difamación mutua de todos contra todos y de trastornar los mecanismos sociales de modo que estos respondan a sus intereses. Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el poderoso habla el antojo de su alma, y lo confirman. (Miqueas 7:3) Para eso, necesitan como primer empeño derribar todo pensamiento que la naturaleza pone en nosotros, a saber: que la supervivencia propia depende de la del otro; nadie quiere vivir solo, y si no hay paz, ya no hay vida que merezca el nombre de vida integral. Venid a mí y vivirá vuestra alma y haré con vosotros pacto sempiterno… (Isaías 55:3)

 

Hay que ser interesado y necio para (por ejemplo), atribuir a las medidas gubernamentales sobre tráfico la reducción de los accidentes o muertos de las carreteras y, sobre todo, tratar de hacer propaganda de ello. Es lo que se llama hacer «comulgar con ruedas de molino». Y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas; porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal. (Zacarías 1:15).

 

No se dice, aunque todos lo saben, que (sin quitar mérito a todo lo que se haga en ese sentido), hay mucho menos tráfico debido a la perdida de poder adquisitivo de las gentes en España, y a que los precios de los combustibles, hipotecas, alimentos, crece de forma imparable, por lo que hay circunstancialmente menos accidentes, porque estos siempre van en proporción al número de automóviles, entre otros factores.

 

Creemos que no está de más, ni mucho menos, restringir con medidas adecuadas los abusos, pero estos han de ser realmente abusos y no faltitas con las que, debidamente amparados en la ley que ellos mismos promulgan, pueden extraer dinero de los bolsillos de la gente, para su uso en despropósitos y en un intervencionismo que raya en la opresión. !!Ay de los que traen la  iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta, (Isaías 5:18)

 

Y como a alguien hay que echarle la culpa de los fracasos, y los opositores se lo hacen ver, acuden a un culpable facilísimo y que cuenta con la aquiescencia y con entusiasmo de las gentes debidamente adoctrinadas; Dios. (¿A quién, si no?) Ese es el objetivo a derribar, ya que en la doctrina de Jesús que aceptan y practican los cristianos, se habla de amor incondicional al prójimo, Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. (Santiago 5:16). Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro (1ª Pedro 1:22). 

Es simplemente la llamada a la razón entre enemistades, el diálogo y la conducta moral intachable, para que los agentes del mal no enseñoreen en una sociedad desarmada y angustiada por sus nulas expectativas humanas. ¡!Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!  (Miqueas 2:1)

 

Se desprecia por los poderes, el hecho de que la sociedad tiene la consciencia de que se debate en un montón de lodo maloliente, de convencionalismos, tópicos, y llamadas al clásico «sociedad liberada»; ¿liberada de qué? Asna montés acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento. De su lujuria, ¿quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se fatigarán, porque en el tiempo de su celo la hallarán. La persona que aspira a ser libre, se convierte de ser el que elige su camino, a ser una hormiguita más del gigantesco hormiguero humano, en donde cada hormiga hace lo que se le ha dicho que haga como razón principal de su vida.

 

La hilera, esta siempre escoltada por sus correspondientes vigilantes, que están encargados de que el orden establecido por sus amos no se rompa. Son a la vez vigilantes para adentro de la hilera de esclavas, y para afuera de que ningún elemento pueda romper aquella ordenada formación. Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. (Génesis 6:11)

 

La verdadera libertad no existe, sino una parodia de ella. Contra este estado de cosas se rebelan muchos hombres y mujeres, que representan lo que dice Dios al profeta Elías: me he reservado siete mil que no han doblado su rodilla ante Baal. (Romanos 11:4). El falso dios del siglo. No es libertad poseer o desear el mejor auto, la mejor televisión, los mejores llamados placeres, mientras que de esta codicia, se aprovechan los interesados en producirla y mantenerla. Y entretanto, ciegos todos y ajenos al sufrimiento de inmensas legiones de criaturas en todo el mundo, si no es para que sean su coartada segura. Como caballos bien alimentados y lascivos , cada cual relinchaba tras la mujer de su prójimo.(Jeremías 5:8).

Eso no es libertad; es esclavitud. El que no la quiere sufrir, por causa de su conciencia, se resiste y la aborrece al contemplarla tan rampante; y el que ya está acostumbrado a las bellotas y melones de Egipto no puede dejarlo. Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay remedio en ninguna manera, porque a extraños he amado, y tras ellos he de ir. (Jeremías 2:25).

 
 
No sueñes con vivir sin los dolores

Que son las cosas propias del vivir;

Date entero al prójimo servir,

Y gusta de quien amas sus amores

AMDG