Ayuda de Jesús

Autor: Rafael Ángel Marañón 

 

 

En mis noches de angustia y de tristeza
Has sido tú mi alivio, Jesús mío,
Cuando ya deprimido triste y frío,
Tu consuelo ofreciste a mi flaqueza.

Solo tú, mi divina fortaleza,
Amante y fiel auxilio en mi extravío,
Eres el único que con tu poderío
Ahuyentas el pavor de mi cabeza.

¿ Que dicha encontrará ningún humano
Lejos de ti, en afán desesperado,
Que próvido no dé tu amor sagrado?

En tí camino mi celeste hermano
De estúpidas querellas despojado,
Radiante al gran final que tú has forjado.