Epistola a un curioso

Ladrillos

Autor: Rafael Ángel Marañón 

 

 

Distinguido amigo: No creo que por respetar todo tipo de pensamiento, soy un anarquista religioso, ni haga o diga lo que me parece sin ton ni son. Pienso que la Iglesia de Dios supera en su doctrina, cualquier pensamiento o teoría que se pueda mostrar en comparación.

Antes de entregarme por entero a esta doctrina, estuve vagabundeando por donde quiera que algo nuevo apareciera. Era semejante a los atenienses que solo querían oír algo nuevo.). Y como aquellos hombres dije las casi mismas palabras: Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.) (Hechos 17: 19, 20, 21)

Yo era (para mi jactancioso coleto) demasiado listo, para que llevaran como con una anilla en la nariz como los bueyes. Y sabía mucho;  mucho por mis estudios y por la lectura incansable, casi enfermiza, de todo lo extraño que se me pusiera por delante. Pero como a otros hombres interesados por algo más que el pan que se comen,  me llegó la hora de tropezar con la Montaña del Sinaí, y después con el ameno valle del Evangelio. 

Si antes me reía de las cosas espirituales, ahora me abajo a todo los que sea proveniente de esta Revelación; mi dignidad proviene de este sometimiento voluntario, y no de otro tipo de discurso, que ya se ha comprobado hasta la nausea que es falso y disgregador del individuo y la sociedad.  Mi fe es muy sencilla y lógica: Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.  

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. (los ídolos) 

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. (Hechos 17: 31, 32, y ss.).

Ahí me bajé de la higuera, y me fui para recibir a Jesús en mi casa que es mi corazón. Y ya no salió más de mí, puesto que antes llamaba a mi puerta y cuando entró pasó de cenar conmigo, a yo cenar con Él, que ya se había hecho dueño (con gran regocijo mío) de lo que antes fue mi casa. A partir de entonces aquí me tiene usted entregado a esta forma de doctrina  

Ya a nadie le escucho cuando me habla únicamente de las lacras que existen en los individuos de la Iglesia, y no acepto que nadie me explique lo que yo tengo sabido desde hace sesenta años. Por tanto, con todo respeto, le puedo decir que mi fe no es algo tonto y ciego, sino maravillosamente vivo y fecundo, que me ha hecho feliz en medio de las tribulaciones con que las gentes del mundo me han abrumado abundantemente. Y no pido disculpas por sentir y obrar así, porque he visto que hacer el bien y trabajar haciendo lo que es bueno, es como se siente uno libre y con identidad, y tener que compartir con el que padece necesidad. (Efesios 4:28) 

Razonemos un poquito juntos. Hablamos de galaxias por millones o trillones, y de soles, planetas, y toda clase de ajustes perfectos en la construcción de cualquier ente que miremos, sea mosquito o elefante, y no podemos más que sorprendernos por el magnífico diseño de que estamos hechos. ¿No ha de haber detrás una inteligencia suprema que controla, anima, y tiene un proyecto para cada obra Suya? 

Y si Jesús, el Cristo de Dios, vino a decirnos que esta inteligencia suprema a la que llamamos Dios, nos ama como obra suya, ¿a que viene salir con los errores, caídas, y extravíos, de gentes que están directamente relacionados con esta doctrina. No hay una sola fisura lógica (por hablar de pensamiento humano, también originado por Dios) en la doctrina de la salvación y el destino eterno. Lo que hacemos los débiles hombres es "harina de otro costal" 

Discutir sobre como será el infierno, o cuando se acabará el mundo que conocemos y toda esa parafernalia, es interesante y no seré yo el que ponga impedimentos o critique ese afán de conocer mejor los misterios de la vida, pero en su contexto y en su lugar y, desde luego, en compatibilidad absoluta con las palabras de La Escritura que contiene las palabras de Jesús y que, seguidas fielmente nos proporcionan la dicha de saber que no estamos abandonados en este mundo, y que hay una justicia superior a lo que hoy vemos en manos de seres humanos que somos todos corruptos y débiles.

Le envío mis más cordiales saludos, y el ferviente deseo de que ponga sus enormes conocimientos en el estudio y ponderación inteligente y no prejuiciado, de lo que la Iglesia de Dios pone ante usted como ser inteligente y experimentado.

 

AMDG