¿Somos nosotros mejores?

Autor: Rafael Ángel Marañón 

 

¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos?

En ninguna manera; pues

ya hemos acusado a judíos y a gentiles,

 que todos están bajo pecado.

(Romanos 3:9)

Hay gente que cree que es mejor que otros, y esto no es así. Todos somos semejantes, y no hay nada más que darnos cuenta de nuestras reacciones en momentos de cólera o de impotencia. Decía un célebre cristiano cuando veía a un hombre borracho y tendido en la acera, mugroso y desmelenado: este sería yo si no fuera por la misericordia de Dios; y tenía razón.

Todos somos potenciales criminales, borrachos, drogadictos, y demás lacras,  según el momento, la cultura y situación que nos rodea. Hay muchos que quieren transformar el mundo, con las mejores intenciones que se la puedan conceder en esta vida tan mentirosa y tan perversa, pero han equivocado el camino.

El ser humano no está en condiciones (por su debilidad) de transformar el mundo, porque esta tarea nos supera por infinitos portillos. Cuando dicen que en unos años se van a descubrir los misterios de las galaxias y que se podrán descubrir los límites del Universo, solo puedo decir que si no han sido capaces  de descubrir como producir energía barata o deshacerse de famoso CO2 que tanto preocupa a los ecologistas ¿Qué nos dicen que van a descubrir?

Solo la transformación del hombre en otro espiritual y acorde con las enseñanzas del Creador, puede realizar ese milagro. Y como los milagros solo puede hacerlos Dios, tendremos que esperar a que Él lo decida.

De ahí que Jesús dijera al sabio y recto Nicodemo, que aun así tenía su recámara, haciendo preguntas capciosas: Os es necesario nacer de nuevo. (1ª Juan 3:7) Porque solo con esta transformación verdadera, se podía hacer algo y ser levadura que fermentara, y sal que conservase de la pudrición general.

Da pena o risa, cuando un jerifalte proclama para su idea: ¡Entre todos podemos! Claro está, si todos hacen los que el sujeto de marras les dice. Como no lo hacen, porque cada uno tiene su cabecita, así nos van las cosas.

La situación actual es semejante, pero peor en cantidad y formas que la que describía el apóstol Pablo: Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. (Gálatas 5:15). Y eso es lo que pasa.

AMDG