¿Cristianos Aburridos?

Autor: Rafael Ángel Marañón  

 

Siempre se ha dicho, y ha sido desmentido obstinadamente por la realidad, que el cristiano se aburre y que es un ser sumergido en un mar de prohibiciones que le ahoga. El mismo Nietzche, se preguntaba ante la necedad reinante: ¿pero, que no cree la gente? Y es de ver como, mucha gente que no cree en el milagro de la vida o la existencia de un poder superior, adora a personas que no tienen más mérito (y no es por rebajarlas), de meter una pelota por un aro, bailar, o lanzar una bola lejos del alcance de un oponente. 

Por ello el hombre o mujer de Dios, debe vivir sabiendo andar sabiamente en medio de los demás: Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. (Colosenses 4:5) Es decir, aprovechando el tiempo en la labor que nos hemos propuesto, cuando recibimos a Dios en nosotros. El tiempo es nuestro mayor capital en esta vida, ya que pasa y no vuelve.

Es pues, una precaución o advertencia necesaria, dejar claro en lo que podemos emplear nuestro precioso tiempo, que se nos ha dado para su empleo consciente, y sacarle el mejor partido en orden a todas nuestras actividades. No hay nada, como que se puede actuar arbitrariamente, sin caer enseguida en los más disparatados extravíos. 

Hay que decir para todos, y en especial para los jóvenes, más proclives que los mayores a la dispersión y al entretenimiento vano, que hay que programar una actividad del día, con arreglo a la alternancia de ocio, divertimiento, y trabajo.

Todo esto, amigo que me lees, basado sobre tu objetivo central, y en lo que a la diversión sana se refiere, sustentado según tu propósito y fórmula, que son los elementos necesarios para resistir a las solicitaciones continuas, a la molicie o a la queja, y por el contrario, tener siempre la iniciativa de tus actos.

Estamos empeñados en una misión que es nada menos que la vida eterna, y eso ya de por sí, debe ser suficiente para sustentar lo que tenemos que hacer. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. (1ª Corintios 9:25)

Es conveniente y más aun, necesario de todo punto, organizar y prever los momentos  de trabajo, solaz, y el carácter de los placeres y auto satisfacción que debemos procurarnos, y que juzguemos convenientes. Debemos procurarnos el máximo de satisfacción posible. Prever es gobernarse. Y Dios quiere que seamos felices.

A las influencias deletéreas que nos acosan, hay que oponer una resistencia tozuda, de principio (es decir, el verlas venir) y hasta áspera, en la ocasión en que haya que ejercerla.

El placer es un estado psicológico, y se obtiene (de la mayor calidad), con concentración y atención alegre, para hacer la voluntad de Dios. Si cultivamos esa atención y el interés determinado por hacer la voluntad de Dios, hallaremos placer en hacer lo que queremos y lo que debemos.

Eso es, ni más ni menos, que una superioridad sobre los que salen a la calle a ver que pasa. Cosa muy recomendada por los libros de autoayuda, y con recetas para cada situación. Es idéntico a La Ley de Moisés, y que Jesús barrió literalmente, cuando dejó un mandamiento que lo contiene todo; el amor.  

Se puede obtener mucho placer, cuando se cuida a un enfermo, o se hace un servicio a un vecino o amigo. Los placeres al uso son pasajeros, y siempre contienen elementos de auto destrucción, mientras que los que se obtienen de forma normal, son maravillas de Dios a nuestra disposición.

Amistad, sexo legítimo, música saludable, lecturas provechosas, conversaciones placenteras, etc. son, no solo posibles, sino también recomendables. ¿Y que decir de ocuparse con otros de las cosas de Dios? ¿O es que es esta faena, la que hay que dejar para lo último?

¡Ah! Y el caviar no es tan sabroso, ni importante como dicen. Un buen potaje y unos traguitos de buen beber, etc., son suficientes en compañía de familia y amigos; suficientes para proporcionar un placer maravilloso, que solo los limpios de corazón son capaces de desenterrar del montón de estiércol en que se está convirtiendo el mundo.