Sobre el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica

Autora: Rebeca Reynaud

 

 

La Iglesia es de Dios. Fue fundada por Jesucristo mismo. La religión católica es la sociedad religiosa más grande y mejor organizada del mundo.
Cada año se hay 18 millones más de católicos que el año anterior. La labor más importante es educarlos en la fe y para ello se cuenta con diversos medios, entre ellos, el Catecismo. El catecismo anterior al actual fue el Catecismo de San Pío V o de Trento: siglo XVI. Ahora se ha contado con un equipo de expertos, con un cerebro gris, que fue el Cardenal Ratzinger, y con los nuevos inventos de la tecnología para realizarlo.

Con vistas a un mayor aprovechamiento de los valores del Catecismo, Juan Pablo II instituyó en 2003 una comisión precedida por el Cardenal Joseph Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, con el encargo de elaborar un Compendio recogiera una formulación más sintética de los mismos contenidos de la fe. Tras dos años de trabajo se preparó un proyecto de Compendio del Catecismo de la Iglesia católica, que fue enviado para consulta a los cardenales y a los presidentes de las Conferencias episcopales.

Dice Benedicto XVI: “Nunca agradeceremos suficientemente a Dios, nuestro Padre, este inmenso tesoro de esperanza y de gloria que nos ha regalado en su Hijo Jesús. Debemos dejarnos iluminar continuamente por él (…). El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica que hoy tengo la gran alegría de presentar a la Iglesia y al mundo (…), debe constituir un elemento privilegiado para que crezcamos en el conocimiento y en la acogida gozosa de este don divino” (28 junio 2005).

Se presenta después de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), que tuvo lugar en 1992. Éste será siempre texto de referencia segura y auténtica para la enseñanza de la doctrina católica. Desde 1992 de veía la necesidad de un catecismo en síntesis, con los elementos esenciales de la fe y la moral católica, formulados de una manera sencilla. En febrero de 1993, Juan Pablo II decidió que se preparara este Compendio para el mundo de hoy, sediento de verdad. Se realizaron numerosos intentos pero ninguno gustó, y, después de dos años de intenso trabajo –en el que participaron todos los cardenales y lospresidentes de las Conferencias Episcopales-, se llegó a la versión actual, coordinado otra vez por Ratzinger.

No es un nuevo Catecismo sino un Compendio. Es un instrumento para instruir.
La fe se expone en forma de diálogo. Esto ha ayudado a abreviar el texto, reduciéndolo a lo esencial.

Las imágenes provienen del rico patrimonio de la iconografía cristiana; ilustran el contenido; esto es una novedad en un catecismo, y ha sido muy bien aceptado pues estamos en la “civilización de la imagen”, y las imágenes ayudan a despertar y a alimentar la fe de los creyentes. Así, la imagen y la palabra se iluminan recíprocamente. Las imágenes sagradas son anuncio evangélico y reflejan el esplendor de la verdad, mostrando la armonía entre
el bien y la belleza. A la vez que testimonian la fecunda tradición del arte cristiano.

Al final, el texto incluye un Apéndice que contiene oraciones comunes; se incluyen también en lengua latina, que es el idioma oficial de la Iglesia.
El latín es importante para consolidar los vínculos de la unidad de la fe en la comunión de la Iglesia.

Este Compendio es un don que Dios hace a la Iglesia. En su estructura, en sus contenidos y en su lenguaje, refleja fielmente el Catecismo de la Iglesia católica.

El Compendio no pretende sustituir al Catecismo, más bien remite a él constantemente, por ejemplo, en los números de referencia.

La primera parte explica el Credo –lo que debemos creer- o la “profesión de fe”. La segunda parte trata de “la celebración del misterio cristiano”, es decir, de los Sacramentos. La tercera parte explica el compromiso que tienen los bautizados de comportarse como hijos de Dios (los Mandamientos). La cuarta parte trata de la vida de oración. Explica la plegaria que nos enseñó Jesús: el Padrenuestro.

Sería interesante dar a conocer el Compendio a familiares y amigos. Hay un catecismo hecho por Eliécer Sálesman y Gaspar Astete, basado en este mismo catecismo, adaptado a personas con escasa formación doctrinal. Lo editó la Librería San Pablo en 2006, y se llama Nuevo Catecismo Católico Explicado, según el Catecismo de Juan Pablo II. Se encuentra en la Librería Parroquial de Clavería en el D.F.