Unas tazas de café

Autor: Ramón Aguiló SJ

 

 

Me han enviado una hermosa historieta que puede servirnos mucho a todos los lectores. Se trata de lo que les dijo un día un eximio profesor a sus atentos alumnos y alumnas. Estaban todos en la clase. No sería verano. Ni un extremo invierno. No había cuchicheos. Todos tenían sus bolígrafos en las manos. Y unos papeles en blanco para escribir lo que el Profesor les enseñara.

Y comenzó el profesor, que era un profesor de filosofía, la explicación con un largo silencio. Los chicos y las chicas comenzaron a pensar que no sabía qué decirles, porque tal vez no tuvo tiempo suficiente para preparar la lección.

El Profesor silenciosamente tomó un bote bastante grande, como el que suele utilizarse para vender la mayonesa, y lo fue llenando lentamente con unas cuantas pelotas de golf que había guardado en el cajón de la mesa del profesor. Cuando ya no pudo poner más pelotas, les hizo una pregunta a los alumnos y a las alumnas diciéndole: “¿Qué os parece? ¿Está lleno el bote?”

Los estudiantes contestaron al unísono: “Sí, Sí, Sí”

Entonces el profesor tomó una caja llena de pequeñas piedras y las fue metiendo en el bote de mayonesa. Aquello parecía ya algo embrujado. Las piedras fueron llenando los espacios vacíos que habían dejado las pelotas de golf.

Levantando con sus manos el bote, el profesor preguntó al alumnado que ya estaba atentísimo a lo que les decía el que presidía el aula: “¿Qué os parece ahora? ¿Está lleno el bote?”. Los alumnos y las alumnas ya se estaban poniendo nerviosos y el grito de la afirmación fue todavía más fuerte que el anterior. Menos mal que las ventanas estaban cerradas, por si no lo estuvieran, todo el Colegio se alborotaría.

Pero, a pesar de todo, la puesta en escena prosiguió. Aquello se convertía en un drama. El profesor tenía preparada una caja llena de arena. Y metió toda la arena en el bote de mayonesa. Y sucedió lo que todos esperaban. La arena se metió por todas partes, y llenó el bote. Y el testarudo profesor preguntó otra vez si el bote estaba lleno. Una vez más la respuesta de los que estaban escuchando fue unánime, un Sí rotundo, gritado.

Pero llegó lo inesperado. El drama o la comedia, o el chiste, o la clase de filosofía continuaban. Parecía que era una película sin FIN.

Porque el profesor tenía preparadas en algún lugar oculto dos tazas de Café. Y ahora viene lo enormemente curioso. El profesor fue rapidísimo. Sacó las dos tazas. Y las vertió dentro del bote. Y el café penetró en el bote, a pesar de todo lo que había dentro de él.

Los estudiantes se pusieron a gritar con grandes risas y enormes carcajadas. El profesor estaba atento. Las carcajadas fueron apagándose lentamente, y cuando se produjo un profundo silencio, exclamó: “Quiero que aprendan que este bote representa LA VIDA. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, la religión, es decir, todas las cosas que nos apasionan. Son las cosas que, aunque perdiésemos todo lo demás pero nos quedasen éstas, nuestras VIDAS TODAVÍA ESTARÍAN LLENAS. Las pequeñas piedras representan las cosas que nos interesan también, pero menos que las pelotas de golf, es decir, las cosas más importantes que hemos enumerado antes. Por ejemplo: el trabajo, la casa, el coche, y algunas otras. La arena representa todo lo demás”

El Profesor prosiguió inmutable: “Ahora vamos a imaginar que hacemos todo lo contrario. Primero. Si metemos en el bote la arena, no encontraríamos espacio para las piedras pequeñas. Ni para las pelotas de golf. LO MISMO SUCEDE EN NUESTRAS VIDAS. Si nos dedicamos a las cositas pequeñas de nuestra vida, y ponemos en ellas todo nuestro tiempo, nunca podremos realizar las cosas importantes. Consecuencia. Pon toda tu atención en las que llamamos cosas cruciales de la vida, y que son aquellas que nos llevan a la felicidad. Juega con tus hijos. No te olvides de ir al médico. Acompaña a su esposo o esposa en la cena y en la comida. Practica tu deporte o tu afición preferida. Siempre tendrás tiempo para limpiar la casa, para reparar algo del sistema de conducción de aguas. Por tanto, primero da tu tiempo a las pelotas de golf, es decir, a las cosas que realmente te interesan. Establece un orden en tus prioridades. Todo lo demás no es más que arena”

Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó qué representaba el café. El Profesor sonrió y dijo que le parecía muy bien que le hiciera esta pregunta. Y afirmó: “Esta tazas de café las he puesto para que penséis que no importa cuán ocupada pueda parecer tu propia vida. SIEMPRE HABRÁ UN ESPACIO PARA TOMAR UN CAFÉ CON UN AMIGO”.

Hé aquí una lección para todos. ATIENDE A LAS COSAS IMPORTANTES DE TU VIDA. Y RECUERDA QUE LA AMISTAD DEBE TAMBIÉN OCUPAR UN NIVEL IMPORTANTE.