Tú amor invade el universo

Autor: Ramón Aguiló sj.


LA PROYECCIóN DE TU PERSONALIDAD SOBRE LA HISTORIA. Ha sucedido lo que tenía que suceder. Necesariamente el Aspecto Afectuoso de tu Personalidad Total debía proyectarse sobre tu Iglesia a través de los siglos, dando así a las formas de ser de las generaciones de Cristianos una vertiente lúcida, fuerte, bien determinada que se puede resumir en un Amor Fraternal, profundamente sentido, hacia los prójimos. 

Y esta vertiente de lo que se puede llamar Personalidad Cristiana de los Creyentes, ha cristalizado cada vez más en una Devoción a tu Sagrado Corazón. 

Cada vez más intensamente los Cristianos han ido encontrando que tu Amor era el Centro de tu Modo de Ser y de tu Proyección Histórica. Y por ello, el Corazón, tu Corazón, ha ido ocupando el Centro del Amor que los creyentes sienten por Tí. Te aman. Porque Tú les amas. Y Tú les amas porque tienes un gran Corazón. Le han rodeado de fuego, le han puesto una llaga, la llaga producida por una lanza, y han clavado sobre él, una Cruz. Así ha quedado expresado todo lo que Tú sientes y sentiste, en tu Vida y en la Historia posterior. 

Tu amigo, Juan el Evangelista, apoyó su rostro sobre tu pecho, en la tarde de la traición. Y durante unos segundos, el tiempo indispensable para presentarTe una Pregunta confidencial, percibió los latidos de tu Corazón, unos latidos que expresaban tu Angustia ante la cercanía del Bautismo de Sangre del que habías hablado, y tu Alegría porque ya estaba cerca el Ardor del Fuego del Espíritu que iba a abrasar al Universo. 

Y esta actitud amistosa de Juan ha tenido sus seguidores, desde los primeros siglos de tu Iglesia: Santos, Santas, Escritores, Doctores, Misioneros, han recalcado el significado de tu Corazón en tu Personalidad, en tu Mensaje y en tu Obra. 

Bernardo de Claraval, Gertrudis y Matilde que fueron dos amigas alemanas y benedictinas, Buenaventura, Angela de Foligno, Francisco de Sales, Francisca Fremiot de Chantal, Teresa de Jesús, Teresa del Niño Jesús, Miguel de los Santos han escuchado los latidos de tu Corazón y han intentado interpretar su lenguaje para el bien espiritual de los creyentes. Especialmente los ascetas Ludovico Francisco Blosio Abad Benedictino Belga del siglo XIV, y Juan Lanspergio Cartujo de Colonia, también del siglo XVI. Los dos tienen Libros en que exponen una atractiva espiritualidad fundada en Tí.

 

ANGELA DE FOLIGNO. Yo quisiera subrayar un nombre en la Lista que acabo de recordar: La Beata Angela de Foligno, que nació hacia el año 1249 y murió el año 1309. Fue rica, se casó, tuvo varios hijos. Cuando tenía treinta y cuatro años, vivió la experiencia de una profunda conversión espiritual. Pierde a su madre, a su marido y a sus hijos. Sintió el influjo del estilo franciscano: Asís estaba cerca. Experimentó la llamada de la Cruz. "En esta Contemplación de la Cruz, ardía en tal fuego de amor y de compasión que, estando junto a la Cruz, tomé el propósito de despojarme de todas las cosas. Y me consagré enteramente a Cristo". Junto a la Cruz, Angela aprendió a ser la gran confidente de tu Corazón. Y lo cuenta así: "Un día en que yo contemplaba un Crucifijo, fui de repente penetrada de un amor tan ardiente hacia el Sagrado Corazón de Jesús, que lo sentía en todos mis miembros. Produjo en mí ese sentimiento delicioso el ver que el Salvador abrazaba mi alma con sus dos brazos desclavados de la Cruz. Parecióme también en la dulzura indecible de aquel abrazo divino que mi alma entraba en el Corazón de Jesús" 

Pero esta corriente espiritual intensa y profunda de tu Iglesia, impresionada por tu Sentimiento de Amor Integral, culminó en el siglo XVII, curiosamente en Francia que vivía su tiempo de máximo esplendor, y a través de tres nombres, una mujer y dos hombres: Juan Eudes, Oratoriano y después Fundador doliente y eximio de la Congregación de los Seminarios de Jesús y de María, Margarita María de Alacoque, Religiosa de la Visitación, y Claudio de la Colombière, Jesuíta, miembro de tu Compañía.

 

JUAN EUDES. Era Normando, nacido en 1601. Estudió con los Jesuitas de Caen. La Iglesia francesa estaba viviendo el entusiasmo del Cardenal de Bérulle, Fundador del Oratorio. Juan Eudes entró en el Oratorio, pero luego se distanció de él, para Fundar una Congregación dedicada, muy especialmente, a la formación de los Estudiantes para el Sacerdocio y a la atención de los Sacerdotes. Más tarde organizó una Congregación de Nuestra Señora de la Caridad, para la rehabilitación de las víctimas del vicio. 

Lo que ahora quisiera notar es la relación de Juan y de sus Obras con tu Personalidad mensajera del Amor. Juan Eudes consagró a los Corazones de Jesús y de María, a sus dos recién nacidas Congregaciones. Esta devoción llena su vida y su Apostolado. Celebran muy pronto, en 1644, la Fiesta del Corazón de María, y el mismo Santo, redacta un Oficio Especial para el Breviario, que fue aprobado por varios Obispos. Desde 1672, todos los miembros de las dos Congregaciones celebran la Fiesta del Sagrado Corazón. Pocos meses después, Tú Te manifiestas a Margarita María de Alacoque. Como debía ser porque Te amaba, Juan Eudes sufrió mucho. Murió a los ochenta años, en 1680.

 

MARGARITA MARíA DE ALACOQUE. Margarita María y Claudio de la Colombière fueron contemporáneos. Siglo XVII. Los dos eran diferentes. Tenían una diferente Vocación. Pero se encontraron.  

Ella recibió unas revelaciones. Una de ellas indicaba a Claudio de la Colombière como ejecutor y propagandista de las nuevas ideas y de la nueva Devoción. Y así comenzó el camino de un nuevo modo de Recordar tu Amor y tu Sacrificio por la Humanidad, todo ello expresado y simbolizado en la imagen de un Cristo que tiene en su figura un Corazón herido, en llamas, con una Cruz plantada sobre él. El murió antes. Ella después. A su muerte ya estaban puestas las premisas, ya estaba dado el impulso: la Devoción a tu Sagrado Corazón conquistaba los corazones de los Cristianos, venciendo algunas resistencias. 

Después numerosos Fundadores y Fundadoras de nuevos Institutos Religiosos han enarbolado el Símbolo de tu Corazón, para expresar sus ideales y la vida que deseaban realizar. 

Tu Compañía de Jesús tomó este trabajo como propio, y lo llamó "Munus Suavissimum" (Encargo Suavísimo), o Tarea Agradable. El 1 de Enero de 1872 toda la Compañía se consagró a tu Corazón. Durante muchos años, fue la Prioridad de su Apostolado, que después se ha ido adaptando a las nuevas circunstancias históricas, tomando la forma de una intensa Acción Social. 

Margarita María de Alacoque era francesa. Vivió en tiempos del Rey Sol, Luis XIV. Era la quinta hija de un Notario real Claudio Alacoque. Nació el 22 de Julio de 1647. Perdió a su padre cuando tenía ocho años. Quiso ser Religiosa, y pronto se decidió por las Salesas de la Visitación de Paray-le-Monial. Aquí fue donde recibió las ilustraciones espirituales que le llevaron a propagar la que parecía nueva Devoción a tu Corazón. Fueron cuatro las principales manifestaciones sobre este tema. Tú mismo le indicaste al que iba a ayudarla en este empeño, el Jesuita De la Colombière.  

La Devoción recordaba que Tú habías amado siempre a los hombres hasta entregarles todo lo que eres y puedes. Y sin embargo, no recibes de ellos más que ingratitudes, irreverencias, sacrilegios y desacatos, especialmente en el Sacramento de la Eucaristía. Por ello pedías Reparación. Era tu reacción frente a las doctrinas de los Jansenistas. Tú mostraste a Margarita tu gran Corazón de Hombre, y le dijiste: "Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres". Y Le pediste Reparación por el Mal que se hace.  

Margarita María de Alacoque moría el 17 de Octubre de 1690. La nueva mirada cristológica ya estaba asegurada para la historia.

 

CLAUDIO DE LA COLOMBIèRE. Era también hijo de un Notario Real y había nacido el 2 de Febrero de 1641, en un pequeño pueblo cerca de Grenoble. Pero murió joven, a los 41 años, a causa de la cárcel que tuvo que sufrir en Londres y a la tuberculosis. Había estudiado con los Jesuítas de Lyon. Se hizo Jesuíta, e hizo el voto de la Perfección. Fue Superior de la Comunidad de Paray-le-Monial, ciudad en la que estaba Margarita María de Alacoque, por la que fue llamado. Y así su personalidad espiritual, sencilla, servicial, profundamente evangélica conoció las líneas de la Devoción a tu Corazón. Y en adelante trabajó para su conocimiento, difusión y propagación. 

En 1676 llegaba a Londres, destinado a Predicador y Consultor de la futura Reina de Inglaterra, María Beatriz, Duquesa de York, católica, esposa del heredero de la Corona inglesa que se llamó Jacobo II. Lo había propuesto para ese comprometido y difícil cargo otro Jesuíta, el Confesor del Rey Sol, Luis XIV. 

Las cosas se le complicaron con algunos miembros de la Iglesia Anglicana, que hacía poco tiempo había sido fundada por el Rey Enrique VIII. Un Francés, Católico Apóstata y Eclesiástico, acusó a Claudio de tomar parte en una llamada "Conjura Papista" y de promover la conversión de los anglicanos al Catolicismo. Claudio fue encarcelado. Fue juzgado, absuelto, pero condenado a la extradición. Tuvo que volver a Francia. Pero ya estaba en marcha la Devoción a tu Corazón. Moría en 1682. Había sido un hombre elegante, educado, siempre dispuesto a escuchar, buen orador, escritor de un francés perfecto. 

Claudio de la Colombière también, como sus predecesores en la atención a tu Amor Infinito y Humano, sufrió mucho. Pero sufrió, con una gran capacidad de amor y de aceptación de la Cruz. Murió joven por las injusticias que sufrió en Londres, la cárcel, y su debilidad personal que le llevó a la tuberculosis.

 

TU CORAZóN EN NUESTROS DíAS. Hay que reconocer que las imágenes de tu Persona con el Corazón sobre el pecho no han sido muchas veces del todo acertadas. Han tenido sus defectos. Por ejemplo, un exceso de sentimentalismo y amaneramiento, que no dicen relación con lo que en verdad has sido. Y por esto, ha habido reacciones negativas contra lo que la Devoción a tu Corazón se proponía. Me parece que no hay que aceptar estas imágenes como de verdad representativas de tu Gran Personalidad, tan polifacética y atrayente. Ni tampoco responden realmente a lo que los antiguos iniciadores de esta Devoción han pretendido. 

Todos nosotros deberíamos dar un nuevo impulso al Conocimiento Popular, lo más extendido posible, de Tu Personalidad afectuosa y eminentemente integrada en todo lo que es humano, sin excluir el dolor en sus aspectos más íntimos y más destructores. 

Tú has querido integrarTe en la Humanidad, y lo has querido realizar, a través de ese Camino Abierto y Alegre del Amor a todos, pidiendo además que todos Te demos la respuesta adecuada, consecuente, con un amor espontáneo, total y transformador. Hasta tal punto que estemos dispuestos a amarTe por todos los que, por una causa o por otra, no lo hacen. Este es el Amor que repara, que compensa, que reconstruye lo destruído, lo deficiente, lo mediocre. Todos hemos recibido este "Munus Suavissimum", este Regalo, este Encargo de tus Labios, de tu Presencia siempre Redentora, siempre Salvadora, siempre Libertadora.  

Y todos vamos a vivirlo y a realizarlo lo mejor posible. Unos, orando y rezando, como lo hacen los Socios del Apostolado de la Oración, tan extendido por el Mundo. Y otros, además, trabajando intensamente para que las gentes Te conozcan mejor, y como consecuencia, Te amen más, Te escuchen en el Mensaje que sigues comunicando ahora y seguirás comunicando hasta el final de los tiempos, y Te imiten hasta las últimas consecuencias, según las posibilidades y límites del Destino a que los has llamado.

 

VIVIR LA REALIDAD DEL AMOR. Hay diferentes formas de mantener en pie esa tensión espiritual de los elegidos. Son algunas expresiones de la misma idea: La Fiesta Anual del Sagrado Corazón, el Mes de Junio, dedicado a recordarTe, los Primeros Viernes de Mes en los que todos los que Te quieren especialmente, Te reciben en la Eucaristía. El Ofrecimiento de Obras diario por unas altas intenciones. 

Pero lo importante no son las formalidades. Lo importante es la Realidad de unos hombres y unas mujeres, jóvenes y mayores, que se sienten fuertemente entusiasmados y arrollados por tu humana y divina, compleja y total, Personalidad. 

Yo quiero verTe con el Corazón en la Mano, como quien lo entrega. Porque siempre Te he visto así. Y, viviendo entre hombres y mujeres, cuya característica fundamental es el egoismo, me siento transportado, feliz y seguro, ante una Personalidad como la Tuya que queda definida sobre todo por su Generosidad, su Entrega a nosotros, su Sensibilidad ante todas nuestras desgracias, luchas, amarguras, sinsabores, dificultades y caídas. 

Yo sé que nos acompañas. Yo sé que estás ahí. Yo sé que Te interesa lo que soy, lo que hago, lo que sufro, lo que alcanzo, lo que sueño y nunca lograré: mis ideales tan hermosos y mis tristes realidades de cartón y de papel. 

Yo sé que nos comprendes. Como nadie me ha comprendido jamás. 

Yo sé que nos perdonas, cuando todos se muestran tan exigentes y tan insensibles ante mis problemas. 

Yo sé que nos esperas a los que muchas veces nos sentimos ya vencidos. 

Yo sé que nos sonríes a los que llevamos sobre nuestras frentes y en nuestros corazones, las tristezas y las amarguras de unos seres fatigados, inquietos y derrotados. 

Yo sé que nos das, en nuestra lucha contra las tendencias bajas de nuestra realidad humana como la sentía Pablo de Tarso, la seguridad de tu Mensaje que nos repite: "Tened Confianza. Yo he vencido al Mundo". Y por ello ahora y siempre, puedo decirTe: "Jesucristo, Hombre de gran Corazón, en Tí confío". 

Ahora leyendo mis notas de Lecturas anteriores, encuentro una hermosa cita de aquel escritor tan interesante como extraño que se llama Baltasar Gracián y Morales, en su libro "El Criticón". Ha dicho este polémico jesuíta y escritor del siglo XVII, nacido en Belmonte de Calatayud y muerto en Tarazona: "Cuando los ojos ven lo que nunca vieron, el corazón siente lo que nunca sintió". 

Yo no puedo decir esto de Tí, porque Tú nos has visto a todos y muchas veces. Pero lo puedo decir de muchos de los que me leen y de mí mismo. Porque yo nunca Te había visto con tanta claridad. Te veo, como si estuvieras de pie, frente a mí, en esta tarde de Otoño en que Te escribo esta Carta. Te veo, Te escucho, y escucho los latidos de tu Corazón bueno, y veo temblar en las venas de tus manos y de tus brazos el impulso de tu Sangre eternamente joven. Y Tú me dices algo que yo comprendo. Y yo Te confieso que me siento muy feliz de conocerTe, porque sin Tí el mundo no valdría la pena. Sin Tí la vida humana sería como el deshacerse de un velón, el consumirse del aceite de un candil, de los de tu tiempo, ante unas tinieblas impenetrables y sin sentido. Sin Tí todo sería noche. Y una noche sin estrellas, sin luna, sin fuego, sin llamitas de esas que se ponen temblorosas y parecen los reflejos de unas lágrimas. 

San Pedro Crisólogo escribía: "La Fuerza del Amor no mide las posibilidades, ignora las fronteras". 

"El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones"

"El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se intimida ante ninguna dificultad". 

"Si el amor no alcanza el objeto de sus deseos, llega hasta a ocasionar la muerte del amante. Va, por lo tanto, hacia donde es impulsado, no hacia donde parece lógico que deba ir". "El amor no descansa mientras no ve lo que ama". 

El Amor y el Dolor suelen ir juntos. Lo escribió Paul Claudel, en su Obra "L'Annonce faite a Marie": "El Amor engendra al Dolor y el Dolor ha hecho al Amor. El Leño encendido no da ceniza solamente sino llama también". 

Y es que, como dijo Manuel Machado: 

          "El Venturoso Amor, el Peregrino

          y grande Amor, no puede ser Humano.

          ¡El Verdadero Amor sólo es Divino!".

 

Y otro Poeta escribía: "Por el Amor las realidades parecen tan hermosas como las Fantasías. Y las Fantasías llegan a ser tan ciertas como las realidades". (Jacinto Benavente). 

León Tolstoi, el Novelista Ruso, tiene una Novela llamada "Resurrección". En ella va exponiendo las transformaciones de un Príncipe, del que dice: "Comprendió que si la Sociedad y el Orden Social existían, no era gracias a la crueldad de Magistrados y Jueces, sino, a pesar suyo, porque junto a ellos había hombres que amaban a sus semejantes. EL EVANGELIO había hablado al fin, al CORAZóN DEL PRíNCIPE". 

Jesús de Nazaret, todas esas intuiciones de Poetas y Novelistas, Escritores y Filósofos, se cumplen en Tí de una forma eminente. Y en nosotros, los critianos, también se realizan, según tus Dones gratuitos y según la respuesta de cada persona a esos dones.  

Lo que importa es que tu Corazón que ama sea reconocido por todo el mundo. Y por tanto, todos tengamos una verdadera imagen de lo que eres Tú. No sólo una Inteligencia y una Voluntad, sino también y tal vez de una forma más importante, una Sensibilidad que ama, y cuya única Ley es la del Amor. Así todos sabremos quién eres realmente, Jesucristo.  

Lo que importa, además, es que los hombres y mujeres que Te siguen, quieran realizar las exigencias de su propio corazón, aunque sea pequeño y esquemático, reducido, pero "hecho semejante al Tuyo", como tantas veces repetimos en aquella Jaculatoria: "Jesús, manso y humilde de Corazón, haz mi Corazón semejante al Tuyo". 

"La Libertad es incompatible con el Amor. Un Amante es siempre un Esclavo", ha dicho Anne Louise Germaine de Stael. Y es lo que había dicho tantas veces Pablo, en su Carta a los Romanos. Tú nos libraste de las cadenas de la Ley, pero los cristianos, por el Amor a Dios y a los demás, liberados de la Ley, nos volvemos Esclavos de Dios por Tí, Jesucristo, a quien tanto queremos.

 

EL PODER DE LA PIPA. Una vez leí una poesía que viene de Madagascar y dice así, entre irónica y veraz. Yo la llamaría "El Poder de la Pipa", o "La Fuerza de la Paciencia amorosa": 

               "Si te has peleado con tu hermano

               y tienes ganas de matarlo,

               siéntate, llena tu pipa, y fúmala.

 

               Fumada tu pipa,

               sólo tendrás ganas

               de darle una buena reprimenda.

               Entonces siéntate, llena tu pipa

               y fúmala.

 

               Después de ésto,

               estarás convencido

               de que una buena explicación

               arreglará muy bien esta riña.

               Entonces siéntate, llena tu pipa,

               y fúmala.

 

               Fumada tu pipa,

               vé hacia tu hermano.

               Y Perdónalo".

 

Yo no fumo. No hace falta fumar, ni siquiera en pipa, para vivir como Tú nos pides que vivamos. Basta con una tenaz dosis de buena voluntad. Y unas humildes llamaradas de Amor.

Tú PUSISTE UNA NOTAS ALEGRES EN MIS RECUERDOS. Durante mi sencilla vida de joven y de adulto Tu Personalidad como Hombre de Corazón, ha ido poniendo unas pinceladas de color brillante y alegre y unas notas musicales sugerentes, en mis propias experiencias y recuerdos.  

Cuando yo era pequeño, a los siete años de edad, recibí en la Capilla de las Monjas Trinitarias, la Primera Comunión.  

Pero en los mismos días hubo en nuestra pequeña casa de Palma de Mallorca, un Fiesta Familiar: aquella tarde no sé qué sacerdote entronizaba una bonita imagen de tu Sagrado Corazón, en el salón principal de nuestro piso. Recuerdo que hubo algo dulce con que celebrarlo. Y me parece que había algunos invitados.  

Siempre he visto ante aquella imagen una lucecita, primero de aceite, después eléctrica. Todavía sigue allí tu imagen bien lograda, iluminada día y noche por una bombillita. Mi madre lo quiso así. Esta imagen es como una Encarnación, en barro, de tu Persona querida por todos, y de tu Mensaje de Bondad. Y de Protección.  

De adolescente asistía cada año a la Procesión por las calles, que organizaban los Jesuítas, con tu Imagen. Mucha gente Te aclamaba. Era muy esperada en toda Palma de Mallorca. 

Después, ya en la Compañía de Jesús, nos hablaban mucho de Tí. Y hasta, cuando éramos filósofos, formamos una Academia Especial dedicada al estudio y a la práctica de tu Devoción. Y hubo discusiones sobre el modo de presentarla a los demás. Y fué allí donde escuché las primeras críticas de la forma de tus imágenes, con colores llamativos y demasiado dulzonas y femeninas.  

De cuando en cuando hacíamos unos agradables y reconfortantes paseos por la montaña, desde el Colegio de Sarriá en Barcelona hasta la cumbre del Tibidabo. Desde donde contemplábamos una hermosa vista sobre la gran Ciudad y el Mar, y en los días, completamente claros y transparentes, podíamos ver, lejana, la silueta de la Isla de Mallorca.  

En el Tibidabo, se levantaba, entonces todavía incompleto, el Templo Expiatorio dedicado a tu Corazón. Era impresionante visitarTe allí, para unos jóvenes, yo entre ellos, que estábamos estudiando, para después poder hablar de Tí, a nuestros hermanos.

Estoy convencido de que aquella cercanía de tu Templo del Tibidabo, en la montaña, proyectaba tu sombra bienhechora sobre nuestro Colegio, que se levantaba a tus pies.  

Me parece que yo lo podía contemplar desde una pequeña azotea que estaba junto a mi habitación de estudiante, en lo que nosotros jocosamente llamábamos "El Palomar".  

Ahora el Templo del Tibidabo ya está terminado y culmina con una gran Imagen de Tu Persona sobre Barcelona y Cataluña, que es visible de muchas partes, aun las más lejanas. 

Más tarde fui destinado a Bolivia. Y allí trabajé en muchas cosas, pero las que se llevaban más tiempo era la dirección de una Radioemisora Católica, las Lecciones en un Colegio y la Pastoral en una Iglesia.  

Pues bien, el Colegio llevaba el glorioso Nombre de "Colegio del Sagrado Corazón". Nosotros le llamábamos, para simplificar "El Sagrado". La Iglesia adjunta también se llamaba así.  

Había que ver cómo se llenaba hasta rebosar aquella iglesia, construida para unas trescientas personas, en tus grandes fiestas. Muchas entonces debían quedarse fuera.  

Y lo curioso es que todo esto tan tuyo se levantaba en una Ciudad, Sucre, colocada bajo dos cerros famosos: el Sica-Sica y el Churuquella. Sobre el Churuquella se levanta un Monumento dedicado a tu Corazón. Y este Monumento tan significativo y querido por todos los chuquisaqueños, fue construído con motivo de centenario de la Fundación de la República de Bolivia, cuando la Jerarquía eclesiástica hizo colocar tu imagen sobre un gran pedestal, en el Cerro, para que pudiera contemplar toda la ciudad a sus pies, y desde todos los lugares de la Ciudad se pudiera ver el Monumento. Bajo tu mirada, trabajaba yo en Sucre. Así pasaron los primeros once años de mi madurez alegre. 

Después viví y trabajé en Roma diez años. Y allí también Te encontré. Tu imagen suele estar siempre en las capillas e iglesias de los Jesuítas. Pero en Roma Te ví en varios sitios más.  

Yo celebraba diariamente la Eucaristía en la Barroca Iglesia del Gesù, donde están el sepulcro de Ignacio de Loyola, Fundador de tu Compañía y el Brazo de Francisco Javier, el misionero, y otras reliquias famosas.  

En esta Iglesia, al fondo, a la derecha, hay una pequeña capilla circular, muy cerca del Altar Mayor, junto a la Capilla de Francisco Javier. Esta capillita fue construida por Giacomo della Porta, arquitecto de Lucca (Italia), y sobre su pequeño altar está la famosa imagen de tu Corazón, en un cuadro de cobre, realizado por Pompeo Girolamo Batoni, en 1760. Ante esta imagen celebré bastantes veces tu Eucaristía, en los días laborables, con gran devoción.  

Siempre había aquí o en la otra capillita de la Izquierda con la Madonna della Strada, un grupo de personas, algunas de políticos muy conocidos en Italia y en el Mundo.  

En Roma hay varias Iglesias dedicadas a tu Corazón. Una está en Via Marsala y su construcción fue ordenada por San Juan Bosco en 1887. Sobre su alto campanario se eleva una gran estatua que Te representa, de bronce dorado. Hay otras de menos importancia. 

Pero la que de veras me impresionó fue la Basílica llamada del "Sacré Coeur" de Montmartre, en París. Estuve en esta Ciudad, cuando todavía residía en Sucre (Bolivia).  

Fui invitado por el Gobierno Alemán, a visitar Alemania en un viaje de información, porque, como Director de la Radio, era Periodista.  

Montmartre es algo completamente original, donde se puede respirar el arte por todas las calles y callejas. Siempre encuentras pintores que ofrecen sus obras a los turistas y viandantes. Hay muchos bohemios, y muchos centros de diversión más o menos conocidos y a veces dudosos.  

Y allí se levanta este hermosísimo Templo, dedicado a tu Sacré Coeur. Lo visité.  Es un edificio Romano-Bizantino, colocado en la cima de la colina con una gran cúpula. En su fachada tiene dos bajorrelieves que representan a la Samaritana contigo, y la Magdalena en casa de Simón el Fariseo.  

En su interior se encuentran brillantes y cuidados mosaicos que recuerdan a Juana de Arco, la heroína francesa, y a Luis, su gran Rey santo.  

Es famosa la campana llamada "La Saboyarda" que pesa 18.835 Kilos. 

Desde pequeñito he llevado y sigo llevando sobre mi pecho, en una cadenita dorada, una pequeña medalla que en el anverso tiene tu imagen con el corazón, y en el reverso, el busto de María. Me la regaló mi madre. Y allí está, juntamente con una pequeña Cruz. Todos estos son recuerdos muy sencillos, pero muy agradables. Me dicen que Tú estás físicamente representado y recordado en todas partes.

 

TE VAS MANIFESTANDO CALLADAMENTE. Estoy seguro que los miles de millones de cristianos de nuestro mundo y de siglos pasados pueden contarTe historias parecidas. Y esto me comunica una enorme felicidad. Saber que las gentes Te quieren a Tí me llena de alegría, y entonces me siento sumamente feliz. 

El otro día leí en un Diario, un titular de una entrevista realizada por un periodista a un famoso deportista. Decía el Deportista: "Yo soy creyente, pero no creo en los Curas". Durante mi vida he escuchado frases parecidas de las personas más diversas, sobre todo, de obreros y gentes sencillas que me han dicho: "Yo creo en Jesucristo, pero no en la Iglesia". Y esto me da mucha pena porque yo soy parte de esta Iglesia y seguramente no contribuyo suficientemente a su buena imagen ante los demás. Pero también me conforta y convierte mi tristeza en gozo al pensar que Tú eres respetado, amado, también por aquellos que no se sienten identificados con nosotros. Al fin y al cabo lo que nosotros pretendemos, con nuestra vida y nuestro trabajo pastoral, es que las gentes Te amen y crean en Tí, practiquen lo que Tú nos enseñas, y vivan felices. Me importa mucho no estorbar en este proceso espiritual por el que las gentes más desconocidas Te encuentran.