Tertulia de poetas

Autor: Ramón Aguiló SJ

 

 

Asistí en cierta ocasión a una forma de desfile poético. Me parecía que todo se había vestido el traje de la amistad cordial, poética. Y se había convocado a unos amigos, para que ahí, en el ambiente familiar de un salón, pudieran cantar, discutir y crear como lo suelen hacer los poetas.

Podríamos hablar de un Desfile solemne sobre la pasarela académica de una Universidad Internacional. Pero prefiero recurrir a los acentos, más íntimos y amistosos, de la Tertulia. Ayudaría escuchar el sonido de fondo de una Sinfonía famosa, una de esas Sinfonías que son verdaderos mensajes de sugerencias, fantasías e ideas.

En realidad este es un Desfile de Poetas. Y los Poetas son hombres y mujeres excepcionales que los antiguos coronaban de laurel y los más recientes cubrían con sus "flores naturales". Ellos y Ellas son verdaderos Creadores que, con los pinceles y buriles de sus palabras, han ido sacando de la nada formas, cuerpos, colores, matices y bellezas. Y así se han convertido en los verdaderos progenitores de ese encantado instrumento de nuestras comunicaciones que son las "Lenguas".

Cada poeta tiene su propia herramienta, su lengua. Es algo suyo. Con ella ha nacido. La tiene en sus manos, en sus labios y en su mente, desde que comenzó a pensar, a hablar y a amar. La quiere. Porque es él mismo. 

Pero también sabe que, detrás de las palabras, en el fondo del lenguaje, estallan los sentimientos, brotan las fuentes de los arrolladores surtidores de la humanidad hermosa y se escuchan las ruidosas cascadas de todos los encantos.

Y todo eso está más allá del instrumento, más alto y más hondo que los diccionarios.

De cuando en cuando se encuentran hombres y mujeres de las cuatro grandes lenguas de España, en una forma de Congreso humano y creador, o hablando más sencillamente, en una Tertulia Nacional. Porque ellos y ellas que están cerca, aunque vivan lejos unos de otros, pertenecen al mismo grupo de los que creen en la fraternidad de las cosas bellas.

Ahí están de pié, para recitar su mensaje y pintar su propia tela, para clamar sus versos y levantar sus esculturas, para tender sus manos y comunicar los variados latidos de sus corazones, atormentados unas veces y otras veces llenos de sonrisas, como la Humanidad. 

Son presentados por relevantes autoridades de las Comunidades Autónomas, a las que agradecemos su atención generosa.

León Tolstoi pone en los labios de un personaje de "Ana Karenina" estas palabras: "No se ha de mentir ante la Poesía".
Lo mismo creo yo, que no soy más que un "aficionado" a la "Poesía para los Tiempos Libres". Y es que lo más hermoso de la Poesía es su Verdad. La Poesía sin Verdad es sólamente un zumbido de palabras, unas palabras que echan a perder las mejores cosas, como también decía Tolstoi.